UN ORGANISMO internacional acaba de realizar una encuesta en cincuenta países, incluyendo los latinos, para conocer sus atractivos de inversión, y entre esa media centena, de esta parte de Hispanoamérica se encuentran Brasil, México y Chile, cuyas economías responden cuando menos a cierto bienestar para sus pueblos…EN DICHO ESTUDIO, Venezuela se encuentra de penúltimo, pues en el foso sigue estando Haití, considerado el país más pobre de esta parte del continente, por lo que cualquier tipo de inversión es adverso, y en el caso nuestro, por considerarse que no existen las garantías económicas necesarias para una futura inversión…QUIZÁ ESTA percepción hace que aquí se acabara la participación de las empresas transnacionales, las mismas que se fueron como los laboratorios, las ensambladoras, buena parte de la industria alimentaria, farmacéutica, acabando con puestos de trabajo y obligando a la nación a convertirse en un país importador de bienes y servicios, en detrimento de sus reservas que en la actualidad acusan la más baja en los 30 años, por lo menos….FRENTE A ESTA debilidad, en lugar de fortalecer el aparato productivo, se fijan metas de subsidios económicos de parte del Banco Central, que lo hace imprimiendo billetes para el cumplimiento de los compromisos, cerrando los préstamos bancarios y agudizando una hiperinflación que lleva ya más de tres años, con la diferencia que ahora ya no es un crimen hablar o traficar con dólares, y que veamos que la moneda nacional se encuentre pulverizada…ESTE FENÓMENO que padecemos lo saben las autoridades monetarias que manejan la política económica oficial y que están perfectamente conscientes que un salario mínimo de 800 mil bolívares mensuales y de 400 mil para los pensionados, no cubren ni el precio de un kilo de carne o de pollo, mucho menos de pescado, mientras se sigue padeciendo de una cuarentena obligada para zafarnos de las garras del covid-19, que ha empobrecido al comercio, a la industria y a la masa laboral…EN MATERIA económica aún desconocemos cuáles son los objetivos fijados, aunque ya estamos esperando la promesa de
que ahora sí se acabará la crisis, que el 2021 será para sonreír de oreja a oreja, que la producción petrolera se levantará como el ave Fénix para devolvernos los 3 millones y medio de producción diaria de barriles de petróleo, y la lluvia de dólares nos hará aplaudir y repetir el estribillo: “así, así, así es que se gobierna”, para irnos a la cama con la barriga llena y el corazón contento. ¿Cómo se logrará tal éxtasis de felicidad? Solo Dios lo sabe.
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Y ESTO, es todo por hoy
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MENTIRAS Universales:
“Estamos por salir del foso”
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DIOS los bendiga…¿Saben?
VÍCTOR MATOS