Es cierto que vivimos momentos difíciles…Tiempos de oscuras tormentas.
Que la esperanza nunca se apague dentro de nuestro corazón.
Alejandro Bautista González
Indudablemente, el mundo entero está conmovido ante la incertidumbre de la pandemia que lo cubre, dejando a su paso muerte y dolor. Los Gobiernos y las más destacadas empresas farmacológicas del globo luchan denodadamente para producir la vacuna preventiva contra el flagelo. En la Guerra Mundial el conflicto se focalizó entre algunos países involucrados, pero muchos otros disfrutaban de sana paz. Lo de ahora, el covid-19, centró su fatalidad en todos los países, sin excepción y sin distinguir sexo, ni edades, ni condiciones.
De otra parte, se vive el ambiente de una guerra fría propiciada por las más poderosas naciones que luchan por el control del mundo y sus economías. También, el poder del narcotráfico ha involucrado a varios Gobiernos del mundo, con lo cual se complican más las cosas. Vivimos tiempos difíciles.
Sí. Atravesamos tiempos difíciles, y tendremos que aprender a repensar nuestras vidas, trenzar como nunca las redes de solidaridad que nos sostienen como individuos, como familia, como país, como seres humanos. Mientras no exista una vacuna efectiva y que pueda producirse a nivel masivo, o no se encuentre un medicamento eficaz para tratar la enfermedad, el encierro luce como inevitable para conservar la salud y la vida de los mayores o las personas vulnerables. No nos queda más que cuidarnos, para cuidar a otros: quedarnos en casa, sumarnos a las redes de ayuda de los más necesitados, afrontar la incertidumbre, seguirnos lavando las manos y portando el tapaboca. Esperar a que estos días pasen y que todo vuelva a la normalidad. Después de la tempestad vuelve la calma.
Para los venezolanos, las dificultades son mayores: aparte de la pandemia que nos azota, de tiempo atrás, se viene padeciendo de la falta de gobernabilidad y los abusos del régimen, una inflación descomunal, pérdida del valor de nuestra moneda, escasez de insumos y carestía desbordada, lo que ha hecho necesario reajustar y reducir los presupuestos familiares; represión y presos políticos, muertes de detenidos y muchos males más, impulsores de una gigantesca diáspora migratoria que, según estimaciones, sobrepasa ya los cinco millones de venezolanos, “acontecimiento nunca antes visto en la historia patria”.
¿Cómo superar los momentos difíciles y las adversidades que nos pone la vida? En los momentos difíciles sentimos de forma innata emociones negativas que parecen hacer que la situación sea aún más complicada. Impotencia, miedo o frustración nos invaden, nos llegan a paralizar y nublan nuestra capacidad de acción. Sin embargo, es también en estos momentos donde podemos poner en práctica las herramientas que hemos ido obteniendo a lo largo de nuestras vidas y poder aprender otras nuevas que nos ayuden a superar los obstáculos.
La resiliencia y el optimismo son herramientas que nos ayudan en situaciones adversas y nos permiten salir fortalecidos, no ignorando los aspectos negativos, pero sí aceptándolos y superándolos gracias a las partes positivas que sí existen o que podemos generar llegado el momento.
Salvo que haya sido inducida por mente humana, la pandemia que hoy nos preocupa debe considerarse como un desgraciado suceso de la naturaleza que en algún momento se iba a dar, y que hoy, por falta de imprevisión de la casi totalidad de los Gobiernos del planeta, nos toma desprevenidos. Razón por la que es un alerta para que, desde ya, los gobernantes del mundo consideren muy en serio los resultados de la calamidad que enfrentamos y tomen todas las precauciones pertinentes, para que experiencias, como la que vivimos, no se vuelvan a repetir.
Aceptemos que todo aquello que está en nuestras manos lo podemos cambiar, eliminar o modificar, es lo que debe llevarse nuestra energía. El resto, lo invariable, solo debe ser aceptado y, con el paso del tiempo, dejar que se vaya.
Nuestra actitud determina un alto porcentaje del éxito que tenemos en nuestra vida, especialmente en aquellos momentos más complicados. Pero no todo es cuestión de tomar la decisión de poner buena cara. Necesitamos también herramientas y recursos añadidos que puedan empujar la resiliencia y el optimismo, hacer que crezcan y que puedan retroalimentarse para poder superar la adversidad.
*Doctor en Cooperación Internacional, Integración y Descentralización: Los Desafíos del Desarrollo Internacional.