Los usuarios de la ruta San Cristóbal-Rubio y viceversa pudieron al fin ayer contar con el servicio de transporte suburbano, luego de una espera de más de seis meses.
Aún cuando el reinicio de actividades estaba pautado para el lunes 21 de septiembre, no fue sino hasta ayer martes cuando se pusieron en marcha las unidades, después de superar algunos trámites establecidos.
La presidenta de Líneas Unidas, Erika Ramírez calificó de exitosa la jornada y aplaudió el comportamiento de los pasajeros, quienes acataron las medidas de bioseguridad obligatorias durante cada viaje.
Asimismo indicó que solo se ocuparon 20 puestos de los 35 que tiene cada buseta, se exigió utilizar adecuadamente el tapaboca, antes de subir las personas debían hacer uso de las alfombras desinfectantes de los zapatos, se les aplicó alcohol en las manos y se supervisó el distanciamiento social.
Después de cada viaje, las busetas se rociaron con hipoclorito, cloro y un detergente aromatizado. Todo esto con el fin de realizar desplazamientos seguros y evitar cualquier posibilidad de contagio del Covid-19.
Para Ramírez es de vital importancia la reactivación de esta ruta hacia y desde la capital del estado, pues fueron seis meses sin funcionar y los usuarios debían abordar vehículos no autorizados y sin ninguna supervisión.
Recordó que la parada provisional en Rubio está ubicada por detrás del grupo escolar “Sucre” y en San Cristóbal se encuentra frente al terminal de pasajeros, ya que tanto este puerto terrestre como el de la ciudad pontálida permanecen cerrados.
Por su parte, el presidente del comité pro defensa del transporte público de pasajeros del municipio Junín, Omar Morales, explicó que las busetas comenzaron a trabajar a las 4:30 a.m. hasta las 3 de la tarde y durante este periodo movilizaron alrededor de 400 personas.
A manera de conclusión señaló que ayer le correspondió a la línea “Unión de Conductores” y que cada día se cumplirá el cronograma de asignación de turnos con las diferentes organizaciones de autobuses y busetas./Norma Pérez.