El Departamento de Estado de los Estados Unidos otorgó casi 1 millón de dólares a expertos de Washington para “identificar componentes básicos” para un nuevo gobierno democrático en Venezuela, publicó el diario El Nuevo Herald.

Los críticos aseguran que esta acción es un esfuerzo del Departamento de Estado para entrenar a la oposición venezolana, que dialoga con el gobierno nacional. Consideran que con este supuesto financiamiento se socavan los esfuerzos del presidente Donald Trump por lograr la restauración de la democracia en Venezuela.

“Es un desperdicio de dinero de los contribuyentes, han tratado de dialogar repetidamente y no ha funcionado. Simplemente le otorga tiempo a Maduro”, dijo una fuente del Congreso familiarizada con el programa a El Nuevo Herald.

En septiembre La Oficina de Operaciones de Conflicto y Estabilización del Departamento de Estado pagó 900.000 dólares a Atlantic Council con la instrucción de “promover la resolución no violenta de conflictos en Venezuela”.

El objetivo del proyecto es atraer más atención internacional a la crisis que atraviesa Venezuela y mostrar los cambios en el país bajo un nuevo liderazgo.

El Departamento de Estado no ha respondido a las preguntas sobre este proyecto, pero señaló que el objetivo es trabajar con organizaciones fuera del gobierno venezolano para “promover una buena gestión, la democracia, los derechos humanos, la asistencia humanitaria y la transparencia en todo el mundo”.

Jason Marczak, director del Centro Latinoamericano Adrienne Arsht de Atlantic Council, informó que recibió fondos del Departamento de Estado, aunque dijo que la organización no forma parte de ninguna negociación entre la oposición venezolana y el presidente Nicolás Maduro.

A pesar de la negativa de Atlantic Council de participar en el diálogo, la organización admitió que trabaja con socios en Venezuela para proporcionar a la oposición y a otros miembros de la sociedad civil las herramientas necesarias para organizar las conversaciones.

“Lo que tratamos de hacer es abordar las fracturas dentro de la oposición. Eso es útil para la posición general de la oposición porque lo que el gobierno quiere es una oposición dividida”, dijo Marczak a El Nuevo Herald.