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Nacional
En el Zulia una «carrerita» de taxi cuesta mínimo cinco dólares
24 de septiembre de 2020
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Las tradicionales líneas de taxis desaparecieron de la ciudad para darle paso a un nuevo modelo de negocio que se considera «un lujo»
Tomar el teléfono y llamar a su línea de taxis de confianza para pedir una “carrerita” dejó de ser algo habitual desde hace mucho tiempo.
El negocio de las “líneas de taxis” comenzó a verse afectado por la crisis económica, falta de efectivo y de gasolina. Quedó rezagado, a tal punto que despareció por completo.
El aumento del costo de los repuestos, accesorios y servicio en general para los vehículos, pero en especial los problemas para surtir gasolina, obligaron a muchos a buscar otras alternativas para continuar prestando el servicio.
Servicio ejecutivo
Antes, las líneas de taxis operaban en la ciudad como cooperativas o asociaciones civiles. Los afiliados pagaban una cuota mensual que iba a una “caja de ahorros”, que servía para cubrir gastos operativos, pagos de servicios, sueldos y algún imprevisto.
Algunas de estas asociaciones contaban con póliza de seguro de HCM y gozaban de otros beneficios.
“Era un trabajo muy lucrativo que no exigía un horario y permitía cumplir con otras actividades”, recuerda Alberto Romero, quien trabajó durante 15 años como taxista en una conocida línea de la ciudad.
Ahora eso solo queda en los recuerdos de una época no tan lejana, cuando la situación “era más fácil”.
Esperar en “la central” por la llamada de algún cliente pidiendo un taxi fue perdiendo vigencia. Con el robo del cableado de las líneas telefónicas de Cantv, en diversos puntos de la ciudad, cada vez se hizo más difícil la comunicación.
“En ese momento la opción fue activar líneas telefónicas de las operadoras para mantener vivo el servicio”, recuerda Rixio Ochoa, quien laboró como centralista en una línea de taxis ya desaparecida.
“Para ese entonces ya todo estaba mal, porque habían pocos taxistas activos. Aparecieron los problemas para surtir combustible y ya era complicado trabajar de forma regular y constante”.
Con este escenario de las comunicaciones, la escasez de gasolina y el aumento de robos y atracos, los mismos taxistas comenzaron a ofrecer sus servicios de traslados a sus clientes habituales.
Poco a poco las populares y conocidas líneas Taxi Tour, Taxi Fátima, Taxi Láser, Indio Mara, La Popular, La Marabina, entre otras se fueron diluyendo con el paso del tiempo y dieron espacio para la aparición de un nuevo modelo de negocio.
Carreritas VIP
En las crisis hay cosas que cambian. El servicio de “transporte VIP o ejecutivo” comenzó a tener una nueva definición.
Traslados privados, viajes, entregas a domicilio y diligencias es la nueva modalidad de “servicios vip”, como paliativo a la crisis que hace mella en los bolsillos del marabino.
Con la ausencia de transporte público y la escasez de gasolina ahora si puede decirse que es un servicio “de lujo”, pues no todos tienen la posibilidad de costear un traslado o envío de encomiendas.
Los precios se rigen por la tasa de cambio del dólar paralelo y según la distancia del recorrido, que dentro de Maracaibo es un mínimo de cinco dólares.
“Estoy haciendo este trabajo para cubrir los gastos de mi casa. Tengo clientes fijos y también hago ‘delivery’”, cuenta un joven que se dedica a esa labor.
A la pregunta sobre como hace con la gasolina responde sin titubear, “yo no hago cola para echar gasolina, es una pérdida de tiempo. Pago por la colombiana”.
Sobre los rumores que corren sobre el daño que ese combustible provoca en los motores de algunos vehículos, el conductor alega que hasta ahora “el carro no ha pistoneado” y por eso la usa con tranquilidad.
Atrás quedaron las “carreritas” y el sufrir por un taxi en las “horas pico”. Algunos usuarios consideran que aunque puede ser costoso, ahora es “mejor y más seguro” utilizar el servicio de esta manera.
Con el 90 por ciento del comercio paralizado en Maracaibo hay que ingeniárselas y salir a producir dinero para sobrevivir en medio de la cuarentena y la covid-19.
La pandemia hizo florecer nuevas alternativas y opciones para seguir produciendo a pesar del caos que se vive. Para los marabinos la situación no es diferente.
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