Regional
La radio deportiva pierde uno de sus grandes exponentes
24 de septiembre de 2020
Fernando Antonio Lobo Archila, deja el mundo terrenal; el covid-19 terminó con la existencia de un gran hombre, además de profesional universitario y excelente comunicador social.
Por Homero Duarte Corona
La radio deportiva del estado Táchira pierde a uno de sus grandes exponentes. Fernando Antonio Lobo Archila, se suma a los centenares de miles de seres humanos víctimas del flagelo del covid-19, el virus chino que cambió el devenir de la humanidad.
Amante del ciclismo hasta el tuétano. Economista de profesión, egresado de la ilustre Universidad de los Andes, rol que hace años venía compartiendo con la actividad del músculo.
Su pasión por el deporte de las bielas, lo llevó a convertirse en radiodifusor, socio principal de la emisora 88.1 FM la Superdeportiva, estación dedicada durante las 24 horas del día de cualquier actividad del deporte, no importa su categoría.
Perdió la batalla con el coronavirus, su voz se apagó en la tarde del jueves en el primer centro asistencial del Táchira, el Hospital Central; sin duda una pérdida irreparable para el estado y el país.
Padre de familia, deja cuatro hijos, uno de ellos Manuel Alejandro, su mano derecha en la Superdeportiva, estuvo a su lado durante los pocos días de convalecencia, junto a su progenitora Lolimar.
La periodista María Teresa Anaya, muy compungida, entre lágrimas, contó a Diario la Nación algunas de las facetas de su amigo, presto a cada instante para quien solicitaba su consejo oportuno.
Un hombre inquieto, profesional a carta cabal: profesor universitario, radiodifusor, Ministro de la Eucaristía, gran colaborador con la iglesia Nuestra Señora de Fátima de barrio Sucre y en todo momento atento a los problemas de las comunidades.
Narrador y comentarista de ciclismo, el micrófono de la Superdeportiva, con la voz de Fernando Lobo, se paseó por las principales competencias deportivas del mundo, destacando el Tour de Francia, el Giro de Italia y la Vuelta a España allende de las fronteras patrias; y en el país, la Vuelta al Táchira, una de sus “novias” preferidas, amén de otros eventos.
También conocedor del fútbol y otros deportes de masas. Fernando Lobo Archila no escatimaba esfuerzos para que la afición del Táchira, el país y el mundo estuvieran enterados de todo el acontecer deportivo.
César Semidey, socio de la Superdeportiva y amigo de toda la vida de Fernando, no escondió su dolor, con la voz entrecortada, confesó al periodista que no tenía palabras para describir la partida al infinito de este hombre especial.
La ida al más allá de Lobo Archila deja un gran vacío en el acontecer deportivo de la entidad. Su voz no se volvería a oír en cualquier rincón donde la competencia esté de cuerpo presente, pero su espíritu y su don de gente estará latente.
Lolimar, su esposa y sus hijos, pierden al jefe del hogar, pero en su mente y en el corazón siempre estará presente su figura: esposo, padre, abuelo de tres nietos, pero por encima de todo el consejero, un ser humano que a los 61 años, dejó huella, seguirá vivo por siempre. Paz a su alma.