Nancy Porras
A pesar de tener la carne más barata de Latinoamérica, no se puede comprar la necesaria.
La leche es otro producto que poco a poco se ha retirado de la mesa de los venezolanos.
Los venezolanos no tienen el poder adquisitivo suficiente para poder comprar carne y leche. Esta es la razón por la cual la demanda de ambos productos ha disminuido, a pesar de que se tiene el precio más barato de Latinoamérica.
Armando Chacín, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos, Fedenaga, resaltó que en un momento determinado, exactamente en el año 1990, Venezuela tenía el 97 % de la carne para el consumo nacional y el 70 % de leche, pero hoy solo se cuenta con el 40 % de la carne y el 35 % de leche, pues poca gente compra.
— Sigue habiendo quien puede comprar, pero se tiene que estar claro en que a pesar de que estamos en el país donde se encuentra la carne y la leche más económicas de Latinoamérica, el gran drama que tiene el venezolano es que no tiene el poder adquisitivo para comprar leche ni carne, ni ningún otro alimento, con lo que gana— aseveró el presidente de Fedenaga.
Reconoció que la producción de carne ha tenido un estímulo importante, que no es suficiente, porque las estructuras de costo están por encima de ella y es que se ha dolarizado; por lo menos trata de mantenerse su precio en el mercado.
Un kilo de carne, a nivel internacional, está costando entre 1,70 y 2,50 en pie; en Venezuela cuesta alrededor de 90 centavos a un dólar, se está hablando de novillo A y AA, explicó.
Precisó que la leche, en Venezuela, tiene un precio aproximado de 15 centavos de dólar; comparando con los precios internacionales, de 40 y 35 centavos de dólar, está por debajo.
—Básicamente, lo que sucede en el sector económico que representamos es lo mismo que sucede dentro de un hogar en donde no alcanzan los recursos para poder mantener a la familia, y a los productores de leche y ganado no les alcanzan para mantener a los trabajadores, ganado y la operatividad de la finca—aseveró.
Antes se tenían 17 millones de animales, pero en vista de que ya no alcanza lo que anteriormente daba un animal en pie, hoy se tienen alrededor de 8 a 9 millones de cabezas; esto “quiere decir que, al igual que en los hogares, estamos vendiendo más ganado para poder sostener los costos operativos, igual que hace una familia que está vendiendo un cuadro, la nevera, para poder de alguna manera sufragar sus necesidades”.
También sucede así con la leche, donde la estructura de costos no está saneada. “Cuando se compra un litro de leche a un productor se le pagan 15 centavos de dólar y es leche pura, no está pasteurizada, ni en el cartón, la descremaron, pero cuando se compra en el mercado cuesta 10 y hasta 15 veces más de lo que cobra el productor agropecuario; entonces, de alguna manera, esto quiere decir que el sector pecuario no es lo que se refleja en el anaquel o en el frigorífico, a veces gana menos del 10 % de lo que está en el expendio”.