Freddy Omar Durán
“Yo con 50 mil pesos hacía tremendo mercadote en Cúcuta, que hacía cuando recogía la encomienda de mi hija, y eso era tener mucha plata acá, y ahora te llegan y no sabes a qué hora lo gastas”.
Así como la señora Ligia Mora, son muchas las personas que, aun ganando en pesos o en dólares, sienten que para muy poco les alcanza; por supuesto, si esto les pasa a quienes en bolívares están ganando un mínimo mensual de alrededor de 10 mil pesos mensuales, y deben gastarlos de inmediato, antes que se devalúen.
Empleados con mayor suerte pueden estar ganando diariamente 6 mil pesos, mensuales; no obstante, aunque logren acopiar 180 mil pesos mensuales, con una familia de un hijo y con compromisos como el arriendo, y muchas veces gastos médicos, eso apenas si les alcanza para la comida. De otra parte, con un dólar en desbandada, y la autorización de comercializar en moneda extranjera, considerar los controles de organismos oficiales como la Sundee, resulta hasta una fantasía para muchos.
Mas una cosa es la “sospecha” de que en Cúcuta todo está más barato, y otra la demostración científica de esa hipótesis. Y quienes la refutan alegan que la casi gratuidad de muchos servicios compensa esos incrementos, así su funcionamiento sea tan cuestionable. Otros dicen que eso no es así, que sencillamente los precios en Venezuela se igualan a los del exterior, y que si eso no se mantiene así, sencillamente volveremos a tiempos duros de carestía de hace 4 años; lo que no es tan alentador si tenemos en cuenta que el salario mínimo integral en Venezuela apenas ronda los dos dólares, mientras que en Colombia se acerca a los 300 dólares.
De otro lado, otros compradores aseguran que hay que saber moverse hoy en día en los comercios, porque mientras unos quieren aprovechar el cierre de frontera, como pretexto para mantener ciertos precios; otros se parecen a los que se ofrecen en la capital nortesantandereana
En tal caso, para llegar a una conclusión convincente se debería establecer una metodología rigurosa, que establezca muy bien la muestra a analizar, la época de aplicación del estudio, etc. Sin embargo, los testimonios de quienes aun en tiempos de cuarentena han podido hacer compras, a lado y lado de la frontera, que se informan de precios a través de familiares y amigos, o viendo las ofertas de tiendas virtuales de Colombia y Venezuela, nos pueden dar indicadores muy importantes
Unos pesos de más…
Para nadie es un secreto que con todo y la restricción de atravesar la frontera, muchos lo hacen y algunos en un plan de encontrar un modo de sobrevivir en esta cuarentena, y que en los bajos fondos se les ha denominado “moscos”
Alberto García estuvo recientemente en Cúcuta y preguntando por una llave de paso en una ferretería se dio cuenta de que le podía salir entre 20 mil y 25 mil pesos –la diferencia la encontró entre tiendas a escasos metros de distancia-.
—En Cúcuta la puedo conseguir en 12 mil pesos; pero es que muchos se ven obligado a esos precios porque hay mercancía que se trae de allá y hay que ganarle. Al precio de Cúcuta, lo puedes encontrar usado en la calles de San Cristóbal. Así sucede con muchas cosas, a las que les suben 4 mil pesos o más, en herramientas y enseres de la casa. Yo acabo de preguntar por un celular y me dijeron que valía 200 mil y ese mismo se podría adquirir al otro lado de la frontera en 150 mil pesos.
Si esto se puede percibir en cosas necesarias para un hogar, cuando se trata de lo suntuario, las diferencias son ostensibles en el campo de la licorería, la charcutería o la electrónica. Por ejemplo, mientras un zapato para caballero de buena calidad se podría encontrar en Cúcuta en 60 mil pesos, en San Cristóbal parte de los 80 mil pesos. Lo mismo sucede con el resto del vestuario, tanto para hombre o dama, como para menor de edad.
Mientras que un Huawei P30 se consigue en Mercado Libre Venezuela en 260 dólares, en la misma página de Colombia se encuentra en 240 dólares, una no despreciable diferencia de 20 dólares.
Y si todo eso se va sumando en pesos, uno se va dando cuenta de que, ni aun ganando en dólares, en Venezuela, no hay la oportunidad de darse un “gustico”.
En relación a las verduras, y a partir de precios que aparecen en las páginas web de supermercados como Éxito, Ara y Jumbo, se puede comprobar que apenas si exceden a los mismos en las ventas al aire libre en el Táchira, con la salvedad que estos supermercados ofrece delivery, que recarga el monto, y en los mercados populares colombianos se pueden conseguir sorprendentes ofertas. Las carnes siguen estando por debajo; pero a 10 mil el kilo de res, va poco a poco equiparándose a la misma cantidad en el vecino país.