El Adviento es un tiempo de espera, significa al mismo tiempo venida (en latín: adventus Redemptoris, “venida del Redentor”) es el primer período del año litúrgico cristiano, y se fundamenta principalmente en un tiempo de preparación espiritual para la celebración del nacimiento de Cristo.
En este tiempo que comenzó el pasado domingo 3 de diciembre y culminará el domingo 24 de este mes con el nacimiento del Niño Jesús, la familia o la comunidad se reúne en torno a la corona de Adviento cada domingo, rezan el rosario, cantan villancicos, aguinaldos y parranda y pregonan sus deseos, dando gracias a Dios por el año que ha transcurrido y el que está por venir.
El Adviento a su vez es un tiempo de alegría para los cristianos, caracterizado por la preparación espiritual del nacimiento de Jesús. El primer domingo de Adviento se enciende la primera vela y cada domingo se va encendiendo una más y la anterior hasta llegar a la Navidad.
Las cuatro velas que se utilizan en la corona de adviento tienen su particular significado. El color morado de tres de las velas simboliza que se trata de un tiempo de penitencia. Una vela, sin embargo, lleva el color rosado: representa el tercer domingo de Adviento, llamado domingo Gaudete o domingo de la alegría.
Sin embargo también se ha escrito que la primera vela es de color morado, que significa la vigilia a la espera del Divino Infante; la segunda verde, por la esperanza que no se debe perder; la tercera, la rosada, es el gozo y la alegría por la llegada del Mesías; y la cuarta, la blanca, que representa la luz que viene a brillar entre los seres humanos y que este año será el mismo domingo 24 de diciembre.
Mientras se encienden las velas se hace una oración, utilizando también algún pasaje de la Biblia. Lo más importante de esta velada de los domingos es la unión familiar, que se puede compartir con vecinos y amigos.
María Teresa Amaya