Deportes
Venezuela entre el pesimismo y optimismo de cara a Catar 2022
14 de octubre de 2020
Dos reveses en fila, sin mostrar nada, una especie de retroceso en su accionar, prende las alarmas en la afición.
Por Homero Duarte Corona
No todo está consumado, aún falta mucho camino por recorrer, apenas se han jugado dos partidos; sin embargo, la faz mostrada por la Vinotinto ante Colombia y Paraguay no fue la mejor: sendas derrotas por 3-0 y 0-1, que no es buen augurio para aspirar a la clasificación al Mundial de Fútbol Catar 2022.
Para nadie es un secreto que la eliminatoria Sudamericana es una de las más complicadas de los cinco continentes, muy pareja y los aspirantes son cuatro en forma directa y un quinto cupo a través del repechaje.
No puede ser el mejor termómetro solo dos jornadas jugadas; no obstante, se necesitaron 180 minutos para que la dupla Brasil-Argentina corroborara que siguen siendo los sempiternos invitados al festín de la Copa Mundo, cita que se cumple cada cuatro años en el globo terráqueo.
Y son precisamente brasileños y argentinos los únicos que ganaron la doble tanda, para comandar la tabla de posiciones, igualados con 6 puntos cada uno. Más contundes los amazónicos, par de goleadas frente a Bolivia por 5-0 y contra Perú, 2-4 para un promedio de +7, mientras que los “albicelestes” tienen +2.
Del grupo de diez selecciones que integran el continente Sudamericano, apenas cuatro no han desentonado: Brasil, Argentina, Colombia y Ecuador. En el caso de los hijos de la mitad del mundo, si bien es cierto perdieron en su primera salida ante Lionel Messi y su corte, pero sin desentonar; en la segunda presentación, de locales, zurraron por 4-2, nada menos que a la dura representación de Uruguay.
Paraguay, al igual que Colombia suma 4 puntos, producto de un empate a dos goles con Perú y victoria frente a una débil Venezuela, que no han sido los mejores exámenes para el técnico Eduardo Berizzo y sus dirigidos.
El camino es largo en la ruta hacia Catar 2022, tiempo suficiente para que se presenten cambios, el ascenso de unos y el descenso de otros, exceptuando a Brasil y Argentina que por historia y palmarés son invitados de toda la vida a la máxima justa mundial del balompié a nivel de selecciones de mayores.
Ahora mismo los colosos del Amazonas y sus similares sureños tienen en sus plantillas a grandes luminarias, destacando Neymar Júnior y Lionel Messi, elementos distintos al resto de jugadores que cierran filas en la decena de seleccionados que participan en el magno evento continental.
Colombia, bajo la batuta del técnico portugués Carlos Queiroz, tiene un grupo humano de primer nivel, la casi totalidad de integrantes militan en clubes europeos. Venezuela y Chile no han sido los grandes examinadores del conjunto neogranadino, pues con la Vinotinto entrenaron y ante los australes, un rival de mayor peso, terminaron igualando el partido en el tiempo de reposición luego de estar ganando por 0-1.
Dando por descontado la clasificación de Brasil y Argentina, la lucha por los otros dos cupos y el puesto de repechaje tendrán en uruguayos, colombianos, ecuatorianos, chilenos, peruanos y paraguayos, en ese orden, los llamados a pelear el sueño mundialista.
¿De nuevo Venezuela
y Bolivia las cenicientas…?
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Aquí no se trata de hacer leña del árbol caído, son los hechos los que hablan por sí solos, sino hay un cambio en su accionar, pues en honor a la verdad la doble tanda en este inicio de la eliminatoria fue bastante mala para los los técnico José Peseiro y César Farías, sus jugadores no enseñaron casi nada en el campo de juego.
Al grano, la Vinotinto, por lo observado en Barranquilla y Mérida, el fútbol venezolano retrocedió más de 20 años, pobreza total, sobre todo los primeros 45 minutos ante Colombia, que en honor a la verdad el local lo desdibujó totalmente; y en los 31 minutos iniciales contra Paraguay, al extremo que hasta ese momento no se había llegado ni una sola vez al arco de Silva, un espectador más en la cancha, mantenía el uniforme intacto,sin una arruga.
Un tiro libre castigado por Rómulo Otero por el sector izquierdo, desviado en gran forma por el portero Silva y de esta forma salir del letargo en que se encontraba el equipo nacional, hizo que los Vinotintos cambiaran su actitud.?
Frente a los colombianos poco o nada para rescatar; ante los paraguayos, se notó el reajuste que hizo Peseiro en los cuatro defensores, apenas un error, un parpadeo restando cinco minutos para el final, el 0-1 que le costó la derrota.
Está bien que se mejoró bastante atrás respecto a lo jugado contra Colombia; el problema fue que producto de esta situación dejó huérfano el medio campo de hombres pensantes, los que surten de pelotas a sus compañeros del ataque, de allí la anemia del local para llegar con propiedad a la portería paraguaya.
Al técnico Peseiro se le puede perdonar en cierta forma la goleada ante Colombia por todo lo sucedido en los siete meses anteriores luego de la firma para dirigir la selección; pero en la segunda derrota frente a Paraguay, el tiene gran culpa, de entrada y de acuerdo a la coincidencia de buena parte de los comunicadores sociales que vieron el juego a través de la televisión, se equivocó con el once abridor, muy timorato, defensivo, sin proponer absolutamente nada pese a ser local.
Sumado a la poca propuesta ofensiva, tampoco acertó en los cambios y como si fuera poco se tardó demasiado en ingresar a los hombres que le podían solucionar el partido, ir en busca de la victoria.
Por el planteamiento de Peseiro y por lo que sucedía en el campo de juego, el local parecía el visitante y el forastero el anfitrión. Paraguay era el que proponía en la cancha, Venezuela esperaba, no apuraba, tampoco encimaba al rival.
Con todo el respeto que se merece el cuerpo técnico, quien entiende, como es posible que Yeferson Solteldo, el hombre del ingenio en la zona medular, titular indiscutible en el club Santos de Brasil, portando la casaca N-10, que debía ser titular de entrada, lo dejó en el banco y como si fuera poco lo puso a jugar cuando apenas restaban diez minutos para el final.
No le salió nada al entrenador portugués, pues en el momento que mejor jugaba Venezuela, que lo llevó a irse arriba a través de Yangel Herrera, pero le fue anulado el tanto por tocar el balón con la mano cuan cabeceó para que el esférico inflara la red; y minutos más tarde, en el último suspiro, después que el visitante ganaba por 0-1, el propio Herrera tuvo la gran ocasión de empatar a través del castigo de una pena máxima, pero lamentablemente el portero visitante detuvo el balón para ahogar el grito de gol.
De seis puntos disputados, la Vinotinto no pudo sumar, se quedó con las manos vacías, para ocupar la penúltima casilla sin unidades. Junto a la selección dirigida por César Farías, son los únicos que terminaron en cero. Los del altiplano fueron goleados por Brasil, 5-0 y cayeron de locales 1-2 ante Argentina.
No tienen fácil las papeletas las ahora coleras selecciones de Venezuela y Bolivia, de aquí en adelante deberán remar muy fuerte en su objetivo clasificatorio, los rivales que le anteceden son de mayor talante y están haciendo bien las cosas.
Debe dar un giro de 180 grados el señor Peseiro con miras a la doble tanda del mes entrante, lo que serán el tercero
y cuarto partido contra Brasil y Chile, rivales de mucho peso, bien difíciles para arañarle puntos.
Otras dos derrotas en la doble tanda que se avecina sería fatal, prácticamente la despedida tempranera en la intención de clasificar por primera vez a la gran justa Mundial de Catar 2022.