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25 de septiembre de 2024
Alfredo Monsalve López
No es que quiera ser más papista que el Papa. No. Mucho menos crear una matriz de opinión adversa o contraria a los principios fundamentales de nuestra legislación dedicada al subsistema de educación primaria y media general. Mi intención es otra. Muchos lo saben. Son más de 40 años dedicados a la hermosísima labor de educar. De formar generaciones. Para que trasciendan como hombres y mujeres de bien. Y pido meindultenpor ser “yoista”, pero el que trata de ser asertivo (en mi opinión no los hay), debe enfocarse en lo que ha hecho y corregir los errores. En eso de transmitir y de aportar conocimiento, todavía estoy navegando, no en el “mar de la felicidad”, sino hacia el lejano y apacible horizonte, aún encontra de la corriente. Me duele como a millones de compatriotas.Pareciera que lo que ha ocurrido y está sucediendo en este nivel educacional, es para “tirar la toalla”. Para sentarse a lagrimear a flema tendida pues. Ya muchísimos docentes lo han hecho. Lástima.
A ver. El título que escogí para este artículo de opinión, muchos saben que se trata, desafortunadamente, de una utopía más. Examinen este dilema:para un grueso porcentaje de la población venezolana, cuando las actividades escolares eran presenciales (hasta el 16 de marzo pasado), mirábamos a nuestros alumnos a los ojos;la educación era medianamente regular. Es decir, muchos se atrevieron a asegurar que era de mala a muy mala. Las opiniones eran de diversos calibres en contra del sistema educativo. Estamos hablando de clases presenciales. Imagínense en este momento, donde la situación país (cada vez más insatisfacción y miseria), se presenta acompañada de una mortal pandemia; y para colmo de infelicidad y desesperanza, nos aguantamos una cuarentena por más de 6 meses, encerrados a manera de “toque de queda” (ya a las 7pm nos estamos “recogiendo” por la oscurana). En otras palabras, y aquí viene la reflexión, ¿cómo se explica que, en un país con tantos cortes de energía eléctrica, se diga que las clases Online son una opción para mejorar la calidad de la educación? ¡Por Dios! El señor Aristóbulo, ministro de educación, tiene los amarantos de decir que el año escolar que finalizó con el sistema “Online”, fue “excelente”.Señala que “no hubo problemas”. Ahora si es el momento de decir que, al parecer, “se fumó una lumpia” (expresión de su propia autoría hacia el difunto presidente Hugo).
Claro, Aristóbulo, con el mismo verbo en su época de sindicalista, no ha estado el tiempo necesario dentro de un aula de clase para entender que nuestro sistema no es “excelente”. Su equivocación radica en que es unoperador político,porque como ministro de educación nada que ver. Un rotundo fracaso. Punto. Hagan presencia en Táchira para que vean la desgracia educativa por culpa del otro sistema misérrimo como es el sistema eléctrico venezolano. Estepasado domingo(11/10,10:30 am, que inicio estas reflexiones), llevamos más de 5 horas sin luz. Y eso ocurre todos los días. En cualquier hora. Sin previo aviso. Los miembros de las distintas instituciones educativas, se encuentran saturados de incertidumbre. Y andamos con esta pesada carga desde algunos años. Hoy se ha incrementado el problema que, por cierto, no lo mencionan en las múltiples cadenas nacionales.
No me vengan con el cuento de que no saben de los apagones por más de 6 horas diarias. Le pregunto al señor ministro de educación: ¿en estas condiciones de “cortes de luz” podemos decir que nuestro sistema educativo es medianamente excelente? ¿Las clases “Online” son una opción para tener una educación de calidad? Algunos estudiantes las llaman“clases Offline de alto nivel”. Asómense al estado Táchira, para que en verdad vean y sientan, lo que ocurre en los colegios y liceos con las clases vía Internet. Nuevamente expreso,respetados lectores, estas “duras” verdades con el proceso educativo venezolano. Pero, estoy “encabronado” (palabras de Maduro). Lo señalé al principio: mi intención es que se cumpla elmandato constitucional, para que nuestros niños, niñas y adolescentes sean hombres y mujeres de bien. Ojalá que estas reflexiones le lleguen al sr ministro Aristóbulo Istúriz. Queda abierto el debate.
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