Marco Tulio Arellano
“Nada ni nadie podrá romper la eterna amistad entre Argentina y Venezuela”.
Sergio Rodríguez (Barómetro Latinoamericano)
La estrategia del imperio para asfixiar a Venezuela aprieta las tuercas y a medida que se avecinan las elecciones de los Estados Unidos en el próximo mes de noviembre, sus agentes y lacayos reciben órdenes estrictas para sumarse, en especial el “Grupo de Lima” y otros, quienes a última hora sucumben por las presiones del FMI, como es el caso de Argentina.
Que la oligarquía de Mauricio Macri, con su descarado acento neoliberal, hubiese asumido una posición agresora contra el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela no era de extrañarse pero que el nuevo gobierno kirchnerista del Presidente Alberto Fernández lo haya hecho, representa una bofetada para el pueblo venezolano.
Desde luego que habrá gente de la oposición de nuestro país y de la jauría internacional celebrando, pero en los afectos y el sentir profundo del hermano pueblo argentino hay un sentimiento de dolor y una frustración, por esta jugada traicionera que se expresa en la posición asumida por el canciller argentino Felipe Solá.
Las declaraciones del Canciller Solá surgieron después que el embajador de Argentina en la OEACarlos Raimundi,se había pronunciado sobre el informe de los Derechos Humanos de la ONU que condena a Venezuela y el cual había sido calificado de “sesgado”.
Ante esta posición surgió un debate que fue luego aclarado por el más alto funcionario de la cancillería Argentina, Felipe Solá,quien acata instrucciones directas del Presidente Alberto Fernández,quien a su vez ha sostenido que – en Venezuela se violan los derechos humanos – a tono con la posición del informe amañado ordenado por el Cartel de Lima y entregado a la Comisionada de la ONUMichel Bachelet.
El orden y el equilibrio de las relaciones entre los países latinoamericanosdio un salto a la unidad, con la llegada al poder en nuestro país del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, quien acompañado de varios líderes del momento Como Lula, Kirchner, Correa y Evo crearon organismos como la CELA, MERCOSUR, UNASUR y Petro Caribe.
Desde entonces en el campo geopolítico, ante la pérdida de influencia del gobierno norteamericano en el hasta ahora su patio trasero, se lanzó un ataque despiadado para frenar este avance.
El mismo se cocinó con amañados golpes de Estado y acusaciones por la vía judicial a los mandatarios, hasta destituirlos y algunos fueron acusados de corrupción y llevados a la cárcel, como ocurrió con el expresidente brasileño Luis Ignacio Lula Dá Silva.
Luego ha continuado este plan con la destitución de Evo Morales y con un vulgar desconocimiento de su triunfo en las elecciones de su país. Igualmente el impedimento de volver al gobierno al expresidente Rafael Correa, con fabricadas acusaciones de corrupción y amañadas maniobras judiciales.
Este reciente caso del accionar de Argentina contra Venezuela,representa otro episodio más de una estrategia del imperio por buscar la destitución del Presidente Nicolás Maduro, por la vía del Golpe de Estado o del Magnicidio, cosa que se ha expresado en varias oportunidades con la complicidad del gobierno colombiano y del mandatario Iván Duque.
Ahora de nuevo reviven el avance de su plan con el chantaje al gobierno de Argentina del Presidente Alberto Fernández y quien en su afán por superar la crisis económica que dejó Mauricio Macri, hace lo que este neoliberal no se atrevió a hacer; es decir, prestarse para un ataque a Venezuela a cambio de medidas de gracia en el refinanciamiento de la deuda que mantiene con el FMI.
La historia nos recuerda que en la vida de los países hay líderes valientes y agradecidos, como lo fue en su momento el recordado Presidente Néstor Kichner.
Es por ello que cobra lugar el pronunciamiento del presidente de la Asamblea Nacional Constituyente y Vicepresidente del PSUVDiosdado Cabello, quien señaló en su programa “Con el Mazo Dando” que la unidad entre los pueblos de Venezuela y Argentina es indestructible, por encima de la posición que en un determinado momento puedan asumir sus líderes.
En torno a la unidad Venezolano-Argentina y al desatino del actual gobierno del Presidente Fernández, vale recordar las palabras del Presidente Néstor Kichner en tiempos del Comandante Chávez:
“Realmente el pueblo argentino está muy agradecido con el pueblo venezolano y de vuestro gobierno querido Hugo, que en los momentos más difíciles, cuando nadie miraba a la Argentina, nosotros tuvimos la actitud solidaria del gobierno y el pueblo de venezolano. Cosa que no olvidaremos nunca los argentinos”.
“Los argentinos – destacó Kichner – estamos permanentemente reconocidos de esa actitud solidaria del pueblo venezolano que en los momentos más difíciles cuando parecía que la Argentina se extinguía nos estuvo ayudando, no a un gobierno, ni a un gobernante sino a un pueblo en general que luchaba por resurgir y recuperar viejas glorias, que en verdad, ese modelo oscurantista de la década de los 90 había casi sepultado, de las aspiraciones y de las ilusiones de todos los argentinos”. (Barómetro Latinoamericano)
Hasta el momento de escribir esta nota no habíamos conocido un pronunciamiento de la Vicepresidenta de Argentina Cristina Fernández sobre el impase diplomático o la posición asumida por el gobierno de Alberto Fernández, sobre los derechos humanos en Venezuela.
La posición podríamos resumirla en la célebre frase “interpreten mi silencio” que a veces dice más que mil palabras, tratándose de la hasta ahora gran amiga de Venezuela.
No obstante la decidida actuación de la recién designada como embajadora de Argentina en Rusia y ex embajadora del país sureño en Venezuela, Alicia Castro, dimitió a su cargo en solidaridad con nuestro país y señaló que «existe un plan demoledor contra el gobierno de Venezuela que se expresó en la más reciente votación de los DDHH de la ONU”.
Mientras el tiempo el más sabio consejero para que las aguas vuelvan a su cauce, sigue el “desarrollo de los acontecimientos” como diría Walter Martínez, se espera por la sensatez y la auténtica solidaridad que siempre ha existido entre los pueblos de Argentina y Venezuela.
A decir verdad siempre hemos notado que la comunicación entre el nuevo mandatario de Argentina Alberto Fernández y el presidente venezolano Nicolás Maduro no ha muy sido fluida y esto,a pesar de los esfuerzos que realiza la Vicepresidenta y amiga de nuestro país Cristina Fernández.
Estamos conscientes que la amistad entre los pueblos de la “Patria Grande” es indestructible, tal y como lo dijera en su programa “Con el Mazo Dando” el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente Diosdado Cabello.
Mientras tanto nosotros decimos con tristeza pero también con esperanza: ¡No llores por mi Argentina!
¡Amanecerá y veremos!