Más de una tonelada de arroz proveniente de Calabozo, estado Guárico, fue incautada la noche del miércoles por funcionarios de la Policía del Estado, quienes se percataron del cambio de ruta de la gandola que transportaba la mercancía, presumiendo que se trataba de contrabando. Anggy Murillo
Según la información suministrada por el chofer de la unidad, el cambio de ruta se debió a que llegaron a la ciudad pasadas las seis de la tarde, por lo que decidieron dirigirse hacia un estacionamiento para resguardar la mercancía.
Efectivos policiales afirmaron que dieron 24 horas para que los dueños del cargamento confirmaran la legalidad de la mercancía, y al no recibir información veraz, procedieron a realizar las averiguaciones en cuanto a la dirección de destino del arroz, donde constataron que en vez de un local apto para comercializar el cereal, en el sitio funciona un autolavado.
Desde la noche del miércoles, la gandola se encontraba estacionada fuera de la Policía, por lo que vecinos del sector, al notar que se trataba de arroz, exigían que se les vendiera y rechazaban el hecho de que habían sido trasladados 150 fardos hacia la sede del organismo.
Miguel Solano, uno de los habitantes que se encontraba esperando para adquirir el cereal, dijo que “no es justo que a los policías se les venda y a nosotros no, estamos desde las dos de la tarde aquí y no vamos a permitir que muevan el vehículo”.
De igual forma comentaron que la dueña de la mercancía, quien se encontraba dentro de la sede de la Policía, mediando para que les permitieran retirarse del sitio, “nos dijo que la habían obligado a darles los 150 fardos y que les incautaban para venderlos en el gobierno de calle, pero no nos quieren vender nada”.
Respecto a los fardos que fueron trasladados hacia la Policía, representantes del área de prensa de Politáchira informaron que esto se realizó siguiendo un decreto aprobado en el mes de enero por el gobernador Vielma Mora, donde se estipula que el 10 por ciento de la mercancía incautada quedará a disposición del órgano que efectúe el procedimiento.
Aunque en primera instancia se informó que el resto de la mercancía incautada sería trasladada a los galpones del Sada, para luego venderla en diferentes puntos de la ciudad, pasadas las cinco de la tarde procedieron a realizar una venta regulada a todas las personas que desearan adquirir el cereal, permitiendo la compra de cuatro unidades por persona.