Muy preocupados se encuentran los comerciantes que hacen vida en el casco central de San Cristóbal, sobre todo los ubicados en las adyacencias de las plazas Bolívar y Sucre, ante la arremetida de los delincuentes, pues desde que se implementó la cuarentena nacional han sido objeto de hurtos constantemente.

La sospecha colectiva de la autoría de los delitos recae principalmente, de acuerdo con uno de los comerciantes afectados (que prefirió se resguardara su identidad), sobre unos 20 migrantes venezolanos, provenientes de otros estados del país, que por razones desconocidas aún permanecen en la capital tachirense.

Anarquía

Entre ellos, comentó, hay niños y también mujeres, algunas de las cuales supuestamente se dedican a la prostitución en plena plaza Bolívar o cercanías, mientras que los hombres, durante el día, a la vez que vociferan ser los dueños de la zona -como una forma de intimidar a las víctimas-,merodean los distintos negocios para conocer las rutinas o puntos débiles de las estructuras; es decir, los posibles accesos por los techos, por los cuales podrían ingresar en horas de la madrugada.

Son muchos los negocios que se han visto afectados, pero pocos los comerciantes que han denunciado, argumentando que en varias ocasiones han detenido  a algunos de ellos, pero a los pocos días salen en libertad y regresan a sus andanzas.

Señaló que uno de los primeros negocios afectados, de donde cargaron con casi toda la mercancía, fue un minicentro comercial ubicado a un costado del Salón de Lectura; y entre los más recientes -esta semana-, una ferretería y una venta de víveres, jugos y empanadas, frente al Centro Lido.

Incluso se vio afectado el Registro Público Inmobiliario I, entre la calle 6 con Séptima avenida, de donde cargaron hasta con el servidor, ocasionando serios retardos y daños a los trámites que allí estaban en sistema, pues se llevaron con ellos toda la información.

El modus operandi que aplican ha sido similar en todos los casos:  ingresan a los inmuebles forzando  rejas y santamarías, a través de los techos y escalamiento. Zapaterías, quincallerías, ferreterías, venta de víveres, ropa, joyerías, son apenas algunos de los establecimientos afectados.

Refirió la fuente que algunos pernoctan en una infraestructura que colapsó hace unos años, en la carrera 8 con calle 10; otros en la misma plaza Bolívar, y también se hospedan en pensiones del sector.                 

Piden apoyo

Los comerciantes no solo buscan el apoyo de Fedecámaras y Aceta, para que se hagan eco de esta problemática que les ha arrojado pérdidas económicas considerables. También a las autoridades policiales y militares, haciendo el énfasis más importante en el Ministerio Público, para que inicie una ardua investigación al respecto, en el sentido de no generalizar, que se identifique a los responsables, para evitar señalar injustamente a algún connacional migrante de otro estado que, por una u otra razón, se encuentra rezagado en la ciudad, pero que no tenga nada que ver con esta delicada situación.

Miriam Bustos