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23 de noviembre de 2024
Pedro A. Parra
Godfried María Jules Danneels, fue un Cardenal Belga de la Iglesia Católica; arzobispo metropolitano de Malinas-Bruselas y presidente de la Conferencia Episcopal de su país natal desde 1979 hasta 2010, fue elevado al Cardenalato en 1983; su renuncia a la edad de 75 años fue aceptada por el papa Benedicto XVI el 18 de enero de 20l0. A la muerte del papa Juan Pablo II en 2005, Danneels fue catalogado como un posible sucesor (o papable), aunque con credenciales debilitadas debido al hecho de que era un Arzobispo de un país donde los sindicatos, el aborto, la eutanasia y los matrimonios del mismo sexo habían sido recientemente legalizados, durante su administración, la asistencia y las vocaciones pastorales también cayeron a mínimos históricos.
Danneels participó en el cónclave papal de 2005, que eligió a Benedicto XVI; y admitió, en su biografía autorizada en el mes de septiembre del año 2015, haber pertenecido desde el año 1999 a un grupo llamado Mafia de San Galo para conspirar en la elección del sucesor del papa Juan Pablo II y posteriormente en la elección del papa Francisco. Danneels fue criticado por su oscuro rol en la sucesión de Benedicto XVI; en septiembre de 2015 se publicó en Bélgica un libro donde se denuncia cómo él junto a otros Cardenales comenzaron a reunirse a partir de 1996 para planificar la sucesión de Juan Pablo II y bloquear el ascenso de Benedicto XVI, por no compartir su ideología. Según este libro, el Cardenal Danneels habría sugerido al rey Balduino, ferviente católico, que incentivara el aborto libre en Bélgica, lo que fue rechazado de plano por éste; también habría llamado a varios políticos belgas para felicitarlos por la aprobación del matrimonio homosexual.
Ahora bien nos encontramos también con la pedofilia, el satanismo y Donald Trump: ¿Qué es QAnon, la teoría de la conspiración prohibida por Facebook? La semana pasada, la red social comenzó a eliminar a grupos y páginas vinculados al movimiento en el marco de su política contra “las organizaciones peligrosas”, y, al movimiento de la Teoría de la Conspiración QAnon, así como cuentas de Instagram relacionadas con la misma, “incluso si no contienen contenido violento”
Lo que comenzó en 2017 como una Teoría de la Conspiración marginal en Internet, recientemente ha ido cobrando fuerza tanto en EE.UU. como a nivel mundial (se informa que se está extendiendo en Alemania y Reino Unido y Latinoamérica y Centroamérica), y atrayendo a numerosos y fervientes seguidores, incluyendo –grave desde todo punto de vista- diversos políticos republicanos.
¿De qué se trata? Nacido de la mano de un misterioso internauta identificado como “Q” –quien dice tener acceso a altos mandos del Gobierno de EE.UU.-, el Movimiento QAnon sostiene, entre otras Teorías de Conspiración, que el mundo está dirigido por un grupo de pedófilos y adoradores de Satanás que conspiran contra Donald Trump, al tiempo que operan una red mundial de tráfico sexual de niños. Por su parte, el mandatario republicano es visto como un “Salvador” que, de la mano de la cúpula militar estadounidense, trabaja en forma discreta para arrestar a los miembros del denominado “Deepstate” (Estado profundo) contrarios a su Administración, quienes estarían envueltos en esas presuntas actividades ilícitas.
Según los seguidores del Movimiento, el inquilino de la Casa Blanca, a través de mensajes ocultos en sus declaraciones públicas, les hace saber que está cumpliendo con su papel de “justiciero”. Coincidentemente, las primeras publicaciones de QAnon comenzaron en octubre de 2017, días después de que Trump anunciara ante la prensa –sin proveer explicación alguna- que “se acercaba una tormenta”.
Me van a excusar lo extenso de estos comentarios, pero, es necesario que tengamos presente todos estos hechos, para que podamos opinar al respecto, y, darnos cuenta que estamos ante la presencia de una verdadera “conspiración satánica”.
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