Sin desaparecidos, heridos o fallecidos que lamentar, pero con importantes pérdidas materiales, irreparables para muchas familias, la desbordada de la quebrada La Zorquera sembró el terror en la medianoche del martes en Zorca San Isidro, San Joaquín, y Pie de Cuesta, mientras que en Zorca Providencia anegó muchas viviendas, donde muchos de sus enseres resultaron inutilizables.
El crecido y rugiente caudal de la Zorquera, desde las nueve de la noche, agarró carretera tomando ruta por muchos hogares, con su carga de barro y escombros, pudiendo incluso a su paso doblegar portones y puertas, empujar vehículos varios metros del lugar donde estaban estacionados. También por las aguas bajaron ejemplares porcinos y avícolas de las unidades productivas agropecuarias existentes en la zona.
Aunque en Zorca San Isidro se reportaron daños parciales de vivienda, y quedó sin el servicio eléctrico por la caída de muchos postes, San Joaquín y Pie de Cuesta llevaron la peor parte, por la destrucción total de las viviendas, y de su principal vía. Se calcula en más de 50 el número de familias damnificadas, muchas de las cuales debieron abandonar sus casas, recibiendo cobijo en las de vecinos o allegados.
A primeras horas de la mañana ya el personal de Protección Civil, funcionarios de la Guardia Nacional, ingenieros y obreros de la Gobernación del Táchira, Gobierno Nacional y de las alcaldías de San Cristóbal y Cárdenas, efectivos del Cuerpo de Bomberos, Corpoelec se abocaron a las labores de evaluación de los daños, censo de damnificados, remoción de escombros e identificación de potenciales peligros, teniendo en cuenta que mucho cableado eléctrico se vino abajo, y en la mañana aún La Zorquera continuaba con su violento ímpetu, que las lluvias anunciadas para estos días pueden seguir alimentando.
Noche de terror
Si bien desde la tarde del martes una lluvia venida desde el este no parecía despertar mayores temores, sí el bramido de La Zorquera alrededor de las nueve de la noche prendió las alarmas de quienes viven prácticamente sobre sus linderos. El terror general se acrecentó con el regreso de las lluvias, esta vez más fuertes, y libre curso de la quebrada por las calles, que minuto a minuto, tomaba casa por casa, ocasionando en su interior el total desbarajuste, y la huida a las carreras de sus moradores.
El golpe de grandes rocas, el movimiento incesante de los tendidos de luz y un intempestivo apagón contribuían al pánico general.
–Nosotros pudimos ver la quebrada de lejos y se veía como una gran culebra moviéndose. También vimos muchos marranos flotando. Fue horrible. Le gritábamos a los vecinos para que se salieran de sus casas y se pusieran a salvo—afirmó Astrid Zambrano, residente en Vista Hermosa.
La señora Ana Uzcátegui no supo a en qué momento la quebrada se la iba a llevar a ella y a su nieto recién nacido. Fue rescatada con mecates por sus vecinos, teniendo que envolver al bebé en una sábana, para ponerlo a salvo.
Otros no esperaron un desenlace trágico y bajo un implacable invierno, y sin luz agarraron rumbo a la montaña. Afortunadamente a la una de la mañana todo volvió a una relativa calma, aunque no pocos prefirieron no dormir, y estar alertas; o en el caso de los afectados, sacar con tobos y escobas el agua anegada.
–Afortunadamente estamos con viva. Dios de alguna manera nos socorrerá -dijo la damnificada en cuya casa muchas paredes se vinieron abajo, y se descarta la recuperación de sus muebles y electrodomésticos.
Día de solidaridad
Al día siguiente la comunidad se puso manos a la obra en los trabajos de remoción de escombros y limpieza de las calles, muchas de las cuales se cubrió de una especie de arena movediza.
Otros a punta de machete cortaban los troncos y árboles lanzados en la carretera, algunos de los cuales cerraban el paso de la corriente, o incluso sellaban el ingreso a muchos inmuebles, como ocurrió en una casa de la vía principal de Zorca San Isidro, que ameritó la intervención del Cuerpo de Bomberos.
Otros vecinos se apersonaron de la situación de los damnificados, mientras se ponían a la orden ofreciendo posada y comida.
En Zorca San Isidro uno de los dos puentes que bajo los cuales corre La Zorquera, fue desbordado e inhabilitado. Ahí fue precisamente denunciado y publicado por Diario La Nación sobre una peligrosa acumulación de basura y material vegetal, que ya anunciaba una tragedia pues se estaba represando un cauce, que podía tomar otros rumbos, como efectivamente lo hizo.
Freddy Omar Durán