Cuando se regala felicidad
25 de noviembre de 2024
Las fuertes precipitaciones registradas la noche del sábado 7 de noviembre, y que se extendieron hasta la madruga del domingo 8, provocaron la crecida de la quebrada La Dantera. La furia de este afluente ocasionó estragos en el sector Mi Pequeña Barinas, comuna La Guadalupe, considerado el más golpeado por los aguaceros.
El desbordamiento de la quebrada, de acuerdo con el alcalde del municipio Bolívar, William Gómez, arrasó con más de 100 viviendas en el sector Mi Pequeña Barinas, la mayoría levantadas con zinc y madera. “Se trata de una zona muy vulnerable, donde estaba ya decretada, desde el 2011, como zona de alto riesgo; sin embargo, allí se apostaron una cantidad importante de migrantes internos”, detalló.
Gómez precisó que estas familias provienen principalmente de ciudades como Caracas, Maracay y Valencia. Se habían instalado en la frontera desde hacía ya dos años, aproximadamente, con el propósito de sumarse a la economía informal. “A un costado de esta zona pasa el río Táchira, y del otro, la quebrada La Dantera. Es decir, es una de las zonas con más riesgo y vulnerabilidad, en cuanto a los desbordamientos de los afluentes”, reiteró.
En total, en el sector Mi Pequeña Barinas se contabilizaron el domingo 106 familias afectadas, mientras que en el barrio Sucre se registraron 9. En esta misma comunidad (Sucre) se presentó el colapso de la tubería de aguas negras. Parte de las guayas que la sostenían se reventó y los tubos cayeron. El martes 10 de noviembre, los tubos y guayas fueron recuperados por la alcaldía y puestos a resguardo, para ser reinstalados en los próximos días.
“Todo pasó muy rápido”
“Todo quedó sepultado”, dijo María Elisa Sanabria, habitante del sector Centenito, en el barrio La Libertad, donde la Quebrada Seca hizo de las suyas tras las fuertes precipitaciones del martes, que se alargaron hasta la madrugada del miércoles 11 de noviembre. “Todo pasó muy rápido, no podía abrir la puerta para salir”, prosiguió quien perdió la mayoría de sus enseres.
A simple vista, la vivienda de Sanabria quedó inhabitable. “Me enlaguné, me caí. En un momento pensé que me iba a ahogar”, señaló la dama, con lágrimas surcando su rostro. “Estoy viviendo donde una amiga que me ofreció su casa mientras logro ver qué hago”, dijo en torno de agradecimiento.
Los momentos de nervios y angustia de Sanabria se intensificaron cuando veía que nadie acudía, pese a sus gritos. “Eran pasadas las 11:00 p.m. y me imagino que la mayoría de mis vecinos estaban dormidos. Fui la más afectada, pues perdí casi todo en mi vivienda”, subrayó.
El alcalde de Bolívar detalló que el aguacero del martes-miércoles dejó cuatro viviendas afectadas en el barrio 5 de Julio, una de ellas con grandes pérdidas. También se contabilizaron dos casas afectadas en Pinto Salinas, otras dos en Ricaurte y una en Centenito, en el barrio La Libertad, donde habita María Elisa Sanabria.
“Sentí mucho temor y tristeza”
Con la angustia aún tallada en su rostro, Yennifer Morales, habitante del barrio 5 de Julio, detalló que el desbordamiento de la Quebrada Seca los agarró de sorpresa. “Solo nos dio oportunidad de recoger algunas cosas, sacar a mis hijos y dejar que el agua siguiera, pues no podíamos hacer nada”, relató deshecha en llanto.
Morales señaló que algunos colchones quedaron prácticamente inservibles, como consecuencia de la gran cantidad de lodo que entró. “La nevera la volteó, pero pudimos rescatarla. Fue muy fuerte”, recalcó mientras seguía mostrando cómo la furia de la Quebrada Seca dejó su vivienda.
“La quebrada tenía 17 años sin crecer de esta manera”, aseguró, al tiempo que expresaba el temor y la tristeza que la invadieron cuando vio entrar el agua a su hogar. “A Dios gracias, tenemos la vida y la salud”, acotó a modo de colofón.
Otras zonas afectadas
En El Saladito, municipio Bolívar, en una finca, la corriente arrastró parte de criaderos de cerdos el pasado domingo, informó el alcalde Gómez. “En el escenario del día martes-miércoles, creció tanto La Dantera como la Quebrada Seca, que viene desde Peracal, pasando por barrios como Las Popitas, Pinto Salinas, 5 de Julio, Rafael Urdaneta, hasta llegar al barrio La Libertad, donde ya desemboca hacia el río Táchira”, dijo.
Detalló que el nivel del caudal causó daños en parte de las tuberías que conecta al barrio Ricaurte con el ducto principal de aguas negras. “También vimos fallas de borde”, resaltó el burgomaestre, para luego aseverar que aún sigue el equipo desplegado, atendiendo los llamados de emergencia.
William Gómez recordó que el domingo, en horas de la noche y madrugada del lunes 9, se entregaron insumos de contingencia a las familias afectadas por el desbordamiento en el sector Mi Pequeña Barinas y barrio Sucre. Las personas afectadas recibieron colchones, juegos de ollas, sábanas, cobijas, pañales, tobos, así como kits de higiene personal y de bioprotección.
“Seguimos atendiendo el resto de las personas y nos estamos guiando por el censo entregado por el equipo de trabajo, para brindarle los insumos a las familias que realmente fueron perjudicadas. A pesar de la contingencia y la dificultad, la alcaldía ha priorizado la atención social y en los próximos días iniciaremos con la recuperación estructural de las afectaciones”, subrayó.
En torno a las parroquias golpeadas, tanto en Isaías Medina Angarita como en Juan Vicente Gómez hubo afectación en las vías y fallas de borde. “Se afectaron algunos muros de contención y el resto fue lodo y capa vegetal que se desplazó a las vías. En la parroquia El Palotal, también se registraron vías obstruidas por la bajada de sedimentos desde las montañas”, agregó.
Jonathan Maldonado
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