Reportajes y Especiales
Diciembre inició con poco movimiento en calles de Michelena y Lobatera
5 de diciembre de 2020
Un 2020 de altibajos. En el centro del Táchira la realidad del año en curso no fue tan dinámica como en otras partes del estado, esto en referencia a la frontera con Colombia, en municipios como Bolívar o García de Hevia. Puntualmente, en el caso de Lobatera y Michelena se vieron pasar unos meses casi desolados, debido a la pandemia, y ahora que llegó diciembre y se da en Venezuela el mes de flexibilización, esta primera semana arrancó con tranquilidad.
Si bien es cierto que se vislumbra la aparición de productos propios de la época y los comercios tienden a florecer en surtido y colorido, las calles de las capitales de los municipios Lobatera y Michelena no muestran aún un auge de personas como en San Cristóbal, pues la hiperinflación es la principal limitante para las compras de los hogares.
En el centro de Michelena se ven pocos carros y personas en los alrededores de la plaza Bolívar. A los comercios habituales se suman algunas ventas al lado del parque. De a poco se trata de dibujar un marco navideño al lugar; sin embargo, no son alentadores los precios de los productos.
“Uno tiene para comprar lo básico, lo esencial; más allá de eso, todo queda cuesta arriba. Este diciembre vamos a bautizar a mi nieta, cada semana, hasta el 27 de diciembre, habrá bautizos en la iglesia de Michelena y eso, por más sencillo, cuesta. Queremos, aunque sea, hacer una tortica”, comentó la señora María López mientras se dirigía a la casa cural del pueblo para averiguar sobre la ceremonia de bautizo.
Vendedores del centro de la capital michelenense coinciden en que una característica de esta semana de inicio de diciembre ha sido la extensión de los horarios de trabajo, ya que en las semanas de cuarentena radical allí se tornaba estricto el cierre de los locales después de mediodía. Ahora, la tarde es un poco más dinámica y varios esperan que, de cara al 24 y 31 de diciembre, el ambiente sea más movido en cuanto a compradores.
Si en Michelena llueve, en Lobatera no escampa. La tranquilidad es más acentuada en este último pueblo, con menos comercio que en su municipio hermanado. El inicio de esta nueva etapa de relajación de la reclusión por la pandemia solo ha visto un dinamismo importante en la oficina de su único banco, al que acuden también personas de otros municipios como Ayacucho.
La pausa en el suministro de combustible que se ha vivido en Táchira volvió a hacer que el transporte entre las localidades de Michelena y Lobatera desapareciera, y la carretera, que suma 10 kilómetros de ida y vuelta, muestra la presencia de caminantes que van al pueblo con mayor presencia comercial.
Diciembre es el mes de la Navidad, que encierra un significado más espiritual, y en esencia es lo que marca esa época, empezando dentro del sentir y pensar de cada una de las personas. La realidad de la crisis, sin duda, será parte principal de las reflexiones de cara al fin del año, un 2020 inolvidable, quizá no por los recuerdos más gratos, pero que en casa, y en familia, dará más valor a lo importante, para dar gracias por la salud y vida recibidas, buscando unir más a los seres que se quieren, en la esperanza de la llegada de tiempos mejores.
Juan José Contreras