El Team Manager del Androni Giocattoli Sidermec, conservó una amistad de casi medio siglo con el máximo goleador del Mundial de Fútbol de España 1982.
Por Homero Duarte Corona
La amistad es el tesoro mejor guardado para el Team Manager Gianni Savio. Por eso hoy lamenta en lo más profundo de su corazón la partida al infinito de su amigo del alma de toda la vida, el goleador del Mundial de España 1982: Paolo Rossi.
En nota periodística enviada a los medios de Europa, América y el mundo, Savio no esconde su profunda pena por la ida de Paolo Rossi: “¡Adiós, querido amigo! Siempre atesoraré en mi corazón los hermosos momentos de amistad y alegría que pasamos juntos”.
Entre el Team Manager del equipo de ciclismo Androni Giicattoli Sidermec y el gran goleador hubo una amistad sincera, que comenzó a finales de los años setenta del siglo pasado y se mantuvo hasta el último suspiro del ahora desaparecido Paolo Rossi.
Savio, fue el ideólogo, quien creó el premio “Bicicleta del goleador”, al mejor artillero de la Serie A del fútbol italiano, justo después de la conquista de la clasificación especial por parte de Rossi-entonces jugador del equipo Vicenza- que fue el primero en obtener el reconocimiento.
Señala el comunicado de prensa que, así nació un hermosa amistad entre Savio y Rossi que nunca terminó, se mantuvo en el tiempo. Esa misma amistad que hoy hace aún más dolorosa desaparición de “Pablito”.
En lo deportivo, a nivel profesional, aún se mantiene en la mente de los amantes del fútbol universal todo lo que significó este inmortal goleador del fútbol mundial: un dolor de cabeza para cualquier zaga que enfrentara, siempre con el gol entre ceja y ceja para profanar las redes contrarias.
Su consagración como goleador, la cita mundialista de España 1982, dónde corroboró su fama que traía de su país nativo Italia, que empezó desde las categorías menores y ratificó en el fútbol rentado.
Pasarán muchos años para que el mundo del fútbol vuelva a tener un goleador de la talla del italiano Paolo Rossi. Seguro que allá en el cielo, al lado de otros grandes, como Diego Armando Maradona armarán un verdadero “trabuco”, imparable, para seguir haciendo goles hasta la eternidad. Paz a su alma, eximió artillero.