Siguiendo con las propuestas para el centro de nuestra ciudad, me gustaría enfatizar en el hecho de la consolidación de su uso residencial, ya que esto permitiría tener un sector vivo durante las 24 horas del día. Al haberse desplazado el uso residencial por el comercial se han creado espacios vivos durante el día y muertos durante la noche, con la consabida falta de mixtura social e inseguridad. De realizarse las propuestas señaladas en nuestro artículo anterior, acompañado del fortalecimiento residencial, tendríamos un sector de gran riqueza urbana en su trama; seguro, iluminado, habitable, productivo; y estaríamos implementando los conceptos desarrollados sobre la no fragmentación de la ciudad.
Lo importante de ejecutarse estos criterios para el centro de San Cristóbal, es que lograríamos generar un concepto de centro multi-uso, para reproducir en el resto de los sectores de la ciudad y/o subcentros. No debemos olvidar que así como cada ciudad tiene sus particularidades, cada sector de la misma también posee sus características propias que la definen y particularizan. No obstante, todos tienen en común necesidades que deben ser resueltas. Al generarse soluciones en cuanto a movilidad, seguridad, iluminación, recolección de desechos, entre otras, se pueden ir interconectando, mejorando en su implementación, para luego, finalmente, abordar los problemas propios de cada sector.
La Concordia, Barrio El Río, Barrio Sucre, Barrio Obrero, Puente Real, 23 de Enero, 8 de Diciembre, Las Lomas, Santa Teresa, Barrio Libertador, Las Acacias, Las Pilas, etc. tiene cada uno problemas concretos por resolver, y así iremos sector por sector analizándolos y presentando propuestas para su discusión; pero indudablemente, todos los sectores mejorarían su funcionalidad si se resuelven de manera conjunta aquellos problemas comunes.
Pero además podemos aprender unos sectores de otros, al haber logrado adecuar expresiones urbanas que nos identifican y nos marcan parámetros para el buen vivir y la participación.
Cómo acometer la adecuación de nuestros mercados, matadero, plazas, parques, canchas, empresas….para que respondan a las necesidades reales. Qué nos identifica, qué nos marca, qué somos como ciudad. Productivamente qué nos hace ciudadanos conscientes y co-responsables, y qué nos diferencia del resto de ciudades del estado y del país. Sería interesante que a través del correo compartiéramos todas las ideas de lo que somos, y como ejercicio les dejo, las siguientes frases, tomadas en el tiempo, de diferentes personas, adaptadas a nuestra realidad:
La educación es una prioridad.
Todo proyecto que emerja de la consulta a la comunidad, debe contemplar un presupuesto justo y adecuado para su ejecución, a fin de garantizar el autogobierno, y la cogestión.
Tenemos que generar trabajo a través de una economía real. Haciendo bien lo que se deba hacer. Los cambios y las grandes transformaciones económico-políticas consisten en mejorar lo que hacemos bien, y darnos la oportunidad de comenzar a hacer cosas nuevas bien hechas.
La corrupción impide el progreso y frena la economía, por lo que todos debemos luchar contra ella.
Con buena salud personal y colectiva se construye la buena ciudad.
La necesidad de abordar la transformación comunal de la estructura municipal.
p.d.: releyendo mis artículos anteriores, a fin de dar continuidad a mi interpretación de cómo construir la ciudad que queremos, descubrí tres pequeños errores, que quisiera acotar: no existen en nuestra división político administrativa actual, los distritos. No existe la escuela de Arquitectura en la UNET, sino la carrera de Arquitectura; y por último, ¡¡di mal mi correo!!!. Es como sigue: [email protected] (Julieta Cantos)