Un sujeto que al parecer se encontraba bajo los efectos de las drogas y atacó a su progenitora, con una botella rota, fue apresado por efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas y colocado a las órdenes del Ministerio Público, a los efectos de que responda por los hechos que le son imputados, entre los cuales están lesiones personales y violencia familiar.

Voceros del Cicpc-Táchira explicaron que el suceso ocurrió en el sector conocido como Caucagüita, en San Rafael de El Piñal, municipio Monseñor Alejandro Fernández Feo, hasta donde se trasladó una comisión de la Brigada Contra la Violencia Familiar, de la delegación municipal San Cristóbal, luego de ser notificada sobre este hecho que causó indignación entre el vecindario.

Un joven, residente en la calle principal de Caucagüita, identificado como Ronald José P. E, venezolano de 23 años de edad, presuntamente se encontraba bajo los efectos de sustancias alucinógenas cuando sostuvo una fuerte discusión con su progenitora y luego tomó una botella de refresco, tamaño familiar, la cual partió para arremeter contra la indefensa mujer.

Los vecinos evitaron que la situación pasara a mayores, el sujeto fue apresado por los detectives del Cicpc y entregado a la Fiscalía VI del Ministerio Público, junto a la evidencia incautada, en este caso la botella rota, que fue considerada como el arma utilizada para atacar a la mujer.

Apresados por hurto de celular

Un procedimiento, que fue observado por decenas de personas, se practicó en la zona comercial de San Cristóbal, concretamente en la avenida García de Hevia, donde dos hombres fueron sorprendidos cuando al parecer se dedicaban a sustraer objetos de valor de un vehículo que se encontraba estacionado en la vía pública.

Dijo el informante que efectivos de la Brigada Contra Hurtos, que practicaban labores de vigilancia y patrullaje por el centro de la ciudad, fueron advertidos sobre el comportamiento de los dos hombres, que habían abierto un vehículo y se encontraban en su interior, sustrayendo objetos de valor. Los funcionarios fueron rápidamente hasta el sitio y procedieron a impartirles la voz de alto.

Los dos hombres no la acataron, sino que bajaron del carro y emprendieron veloz carrera, dejando caer un teléfono celular del cual se habían apoderado. Fue una maniobra que tenía como intención desviar la atención de los funcionarios y poder escapar, pero no les funcionó, pues uno de los detectives recogió el aparato de manera rápida y continuaron tras los sospechosos, que fueron capturados un poco más adelante. El procedimiento fue presenciado por varias personas, que incluso corrieron tras los presuntos ladrones, bajo el conocido grito “agárrenlos”. Al momento de ser atrapados. las personas agradecieron la rapidez de la operación policial y aplaudieron a los detectives.

Los detenidos quedaron identificados como Franklin José A.B. y Antonio. B Z., ambos de nacionalidad venezolana. quienes fueron trasladados a la sede de la delegación San Cristóbal del Cicpc y luego colocados a órdenes de la Sala de Flagrancias del Ministerio Público, ya que fueron sorprendidos infraganti.

Expendedores de droga

En un tercer procedimiento practicado por funcionarios del Cicpc- Táchira, que comanda el comisario general Wílmer Uribe Guerrero, en este caso adscritos a la delegación municipal de Rubio, municipio Junín, lograron la captura de un adulto y un adolescente, quienes fueron sorprendidos en momentos que se dedicaban a la distribución de estupefacientes, concretamente marihuana, de la cual se encontraron varios envoltorios.

Dijo el declarante que este procedimiento fue practicado en el barrio La Victoria, durante el desarrollo de una operación de seguridad ciudadana, en la la cual fueron encontrados en la vía pública dos ciudadanos que se comportaron de manera sospechosa, por lo que les practicaron una requisa, durante la cual fueron hallados cinco envoltorios de material sintético, contentivos de restos vegetales identificados con marihuana. Los detenidos son: un hombre de 55 años de edad, de nombre E.E. Montoya González, y un adolescente de 17 años, de quien no se revelaron detalles, y ambos quedaron a las órdenes de la Fiscalía 21ª del Ministerio Público.

Armando Hernández