Sorprendido por un infarto en pleno padecimiento de covid-19, y justo cuando mostraba síntomas de recuperación, falleció la tarde de este lunes en el Hospital Central, Eduardo Collazo, un ejecutivo ampliamente conocido en el mundo empresarial regional, en el cual se formó y participó de diferentes actividades y responsabilidades, desde muy joven.
A punto de cumplir 75 años, el próximo 5 de enero, Collazo, nacido en Guasdualito pero tachirense desde niño cuando se vino al Táchira, estudió su bachillerato en el Liceo Militar Jáuregui, y luego se abrió al periodismo, siendo corresponsal durante varios años de El Universal a través de la agencia Innac.
Aunque no quiso inscribirse en el CNP en su momento, el periodismo y las relaciones públicas fueron su pasión. Manejó varios periódicos institucionales, entre ellos NotiBoulton y Servivensa, del Grupo H. L. Boulton y AVENSA. También fue director fundador del extinto Diario Al Día, antecesor de Diario Pueblo, y en Caracas una revista de periodismo comunal.
Hombre fácil de palabra y de genio para las buenas relaciones, amigo, y conocedor del tema, se vinculó tempranamente a la Asociación de Ejecutivos del estado Táchira y a la Asociación de Relacionistas Públicos de Venezuela. En 1974, siendo el Director Ejecutivo de la IV Feria Industrial de la Frontera, inauguró los pabellones del Complejo Ferial, y fue el Director Ejecutivo de la XXX Asamblea Anual de Fedecámaras, efectuada en San Cristóbal el mismo año.
Un amplio currículo de cargos y gestión vinculada con el mundo empresarial, deja como huella de su accionar en esta vida. Actualmente se desempeñaba como Director General, CEO de Fedecámaras Táchira, y Director de la Asociación de Panaderos, AsopanTáchira, instituciones de las cuales cuidaba su imagen y su presencia oportuna en los medios.
Información recibida de sus familiares, señalan que, a las tres de la tarde de este martes, sus restos serán cremados en el Jardín Metropolitano. Eduardo deja ocho hijos, y a su señora madre, a quien adoraba. A todos ellos les dejamos nuestra palabra de condolencia y profundo pesar por la pérdida de un baluarte de la familia, y, para nosotros, de un gran amigo, como lo fue, de esta casa editora. Paz a sus restos.