Néstor Melani Orozco *
Regresé meditando de año nuevo. Porque lo más sagrado de un creador es la poderosa línea de un dibujo y desde el trazo del alma siempre estarán los códigos.
Y de siglos esta eternidad que nacieron de nuestros grabadores rupestres, hasta llegar a la vejez de las formas y entre lo lírico, conceptual y humano se aprende la vida dibujando…
Hace 30 años, William Durán, venido de la «Cristóbal Rojas» de Caracas, el 7 de enero de 1991, fundó el Taller «Simón Bolívar» en memoria al héroe de la independencia de América. Quien dibujó en 1808 con Francisco Urbina, maestro muy anciano, quien había sido profesor de Miranda. Y desde todo un mundo el Libertador entendió la pureza de la forma, hasta contemplar a Goya en el Palacio de Aranjuez.
Por eso nace esta escuela en La Grita del Táchira, como propuesta de aprendizaje y componente académico.
Origen de amor de la antigua escuela del fraile Orellana, de “Pepe” Melani. De Hugo Baptista y del ideario sagrado de Fruto Vivas. Porque más del sueño, entre gracias, niños, muchachos, educadores, poetas, han ido a saber los encantos de una escuela que vino de los sentidos maravillosos de una realidad sublime de las enseñanzas. Entre lo matemático, físico y muy grande, lo espiritual. Para ser el abecedario del universo en el arte.
Porque La Grita, en su emporio de cultura ha sido la presencia de valores de las artes plásticas. Desde los viajeros del color y los verificadores de la forma, para ser escuela y dimensionar espacios testimoniales de maestros como el insigne Raúl Sánchez, el informalista Rafael Sánchez y el naturalista Theo Mora, la presencia eterna de Eduardo Rey y el meritorio valor de Morelani, entre tantos hoy enalteciendo valores y las presencias de un testimonio en salones y colecciones nacionales y de otros países. Amor a los signos de una ilustración…
30 años de la Escuela de Dibujo de William Durán. Con las voces y los campanarios. En la inocencia de los versos y de amor las escalas sagradas de cada recuerdo. En este ejemplo de nuevos creadores con el origen de la lluvia, entre la rosa y la eterna paleta de ser un día pintores…
Entonces, a la verdad humana, asistir a la Escuela de Dibujo de La Grita es permitirnos entender la ceremonia que concederán las artes plásticas tachirenses…
Felices los años. Cuando el arte sabe respetar, decir y manifestar las verdades humanas, más los infinitos misterios. A la realidad cultural de un pueblo…
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