Regional

La universidad sobrevive por la voluntad de sus actores

9 de enero de 2021

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Desde hace varios años, la universidad venezolana afronta un panorama incierto, donde se suman diversos factores que atentan contra su normal funcionamiento. Aunado a esto, la pandemia, que a la fecha impide el retorno a las aulas y al desarrollo regular de sus actividades.

Hoy estas instituciones donde se forman las nuevas generaciones de profesionales, cuna de importantes investigaciones y de un valioso trabajo de extensión y producción de conocimientos, luchan por sobrevivir, por mantenerse vigentes en una situación crítica para la comunidad universitaria. En estos momentos, la academia, primordial e imprescindible para el desarrollo y evolución del país, sobrevive por el esfuerzo titánico y la voluntad de sus actores.

“Sin presupuesto ni beneficios”

Raúl Casanova, rector de la UNET.

El rector de la Universidad Nacional Experimental del Táchira, Raúl Casanova Ostos, hizo un análisis de la actual situación de la institución que dirige, reconocida en el mundo por la calidad académica de sus egresados, donde señala que las universidades en Venezuela, además de que generaron en alguna oportunidad más del 80 % del conocimiento nacional publicado en revistas indexadas, tienen una larga tradición de resistencia.

“El acoso gubernamental ha sido despiadado contra las universidades autónomas y algunas experimentales, como la nuestra. Desde hace más de 15 años, el asedio empezó con la judicialización de los procesos electorales en las distintas universidades autónomas, pero no ocurrió así con las universidades intervenidas ni con las universidades llamadas bolivarianas; luego vino la presión sobre el presupuesto, los cuales comenzaron a ser reconducidos, luego recortados y más recientemente, reconducidos, recortados y entregados en la última quincena del año, violándose con ello la Ley Orgánica de Presupuesto”.

En lo que respecta a la contratación colectiva única, las actas-convenios y los beneficios laborales de los diferentes gremios, explicó que se han dejado de honrar, y con la hiperinflación se generaron tablas salariales a espaldas de los gremios y de las mismas autoridades universitarias, “por lo que los salarios impuestos por el gobierno se han convertido en polvo en el desierto; se han violentado los derechos sociolaborales de todos los sectores de la universidad, pues hicieron desaparecer el sistema de seguridad social, el HCM”.

“Igual ha ocurrido con los beneficios estudiantiles, que son solo de nombre porque ni siquiera alcanzan para el pago de pasajes interurbano en un día; los recursos de providencias, con los cuales se cubrían los gastos de transporte, comedor y del seguro FAMES, se dejaron de recibir, por lo que estos servicios la universidad no tiene cómo sostenerlos”.

Otro aspecto que resaltó es que muchos de los que lucharon por la libertad académica emigraron, esto debido a que Venezuela ya no es un país seguro para los universitarios y la amenaza siempre está latente.

Señaló que las circunstancias en las que se encuentra la universidad son exageradamente críticas, ya que desde 2011 no se reciben recursos suficientes ni para planificar el crecimiento natural de la institución, y menos sus actividades, ni para garantizar su funcionamiento.

“La universidad solo nos ha quedado en los dos seis últimos años para ser transferidora de salarios, que es lo único que envía el Estado, y lo peor ahora es que son pagos quincenales, colocando a nuestros empleados de la dirección de Recursos Humanos como empleados de la OPSU; pero lamentablemente no invierten en nuestra biblioteca ni en sus laboratorios, planta física, transporte y comedor, Tampoco en tecnología para actualizar el equipamiento  en obsolescencia, ni en las unidades académicas que son los laboratorios de las carreras del agro. El presupuesto asignado para el 2021 solo representa el 30 % de lo solicitado, y prácticamente es el 90 % para cancelar sueldos”.

La máxima autoridad de la Unet dio a conocer que antes de que se decretara la cuarentena en el país por la pandemia del covid-19, ya una gran cantidad de trabajadores, incluso estudiantes, se habían retirado de la universidad por los bajos salarios, la pérdida de otros beneficios económicos y protección social, como los servicios médicos y funerarios, por la misma crisis existente en el país, que igual se refleja en el ámbito universitario.

“Los efectos devastadores de los cortes en la energía eléctrica, gasolina y gasoil, que directa o indirectamente han deteriorado vehículos, equipos, tecnología, proyectos de investigación, que costará mucho recuperarlos, y aunado a eso, la planta física, cubiertas y techos de las 36 edificaciones y los espacios destruidos por tanto efectos climáticos, hacen que nuestra institución sea prácticamente inhabitable”.

A esto suma que los sueldos que reciben todos los miembros de la comunidad son insuficientes para trasladarse desde sus sitios de residencia hasta la institución, además de que la gasolina que se está expendiendo en los actuales momentos es dolarizada.  Igual ocurre con el sector estudiantil, en donde además el 70 por ciento proviene de áreas foráneas y el transporte universitario está totalmente paralizado

“Las autoridades universitarias, encabezadas por el rector, han solicitado hasta el cansancio la ayuda del Gobierno, pero hasta ahora la respuesta ha sido nula.

En tal sentido, es muy prematuro pensar en retornar a una normalidad como la que tuvimos hasta el 13 de marzo del 2020”.

En cuanto al desarrollo de clases en modalidad virtual, destacó que están al frente de un nuevo modelo y hay que hablar a partir de ahora de la universalización de la universidad por un Táchira mejor.

“Los unetenses, con todas las dificultades, debemos prepararnos para hacer un mejor uso de las ventajas que brindan las TIC y aprovecharlas, para lograr mayores niveles de integración, en el entendido de que solo socializando los adelantos científicos y tecnológicos podremos hablar de desarrollo. La única manera de sobrevivir como instituciones de educación superior es la educación no presencial, con cualquier modelo que se escoja.

Un punto crítico es el presupuestario, y al igual que las demás universidades nacionales, también afecta a la Unet: “La cuota presupuestaria para el 2021 fue solo el 30 % de los solicitado, es decir Bs 286.485.108.315,00. No obstante, a pesar de que el Consejo Universitario aprueba la cuota presupuestaria asignada por el MPPEU, se realizó bajo protesta, por cuanto esta asignación no se adecúa a lo solicitado ni a la realidad de nuestra universidad”.

A su juicio, la educación de verdad y de calidad es innegociable, máxime cuando las universidades representan el futuro de la nación; la educación pública de calidad depende igualmente de los recursos presupuestarios y financieros, justos y equitativos “Con sueldos que no superan los 6 dólares mensuales, sus profesores y el resto de la comunidad universitaria viven por debajo del nivel de pobreza crítica”.

“Es muy lamentable lo que está sucediendo en nuestras instituciones universitarias, la falta de recursos está acabando con el patrimonio conseguido a través de más de 46 años de investigación, de trabajo, sudor y sangre. Hay que revertir la idea, además de cambiar la Ley de Universidades, eso de que la educación debe ser gratuita y de la incapacidad actual del Estado para financiar la educación y la investigación científica con calidad, equidad y compromiso social”.

“La Unet que queremos, debe seguir con el modelo de sus autoridades fundacionales; científico, humanístico y tecnológico, pero más productivo. Es la única Institución de educación universitaria nacional que tiene, además de las funciones básicas de docencia, investigación y extensión, la función de producción”.

Entre crisis y desafíos

María Trinidad García, directora-decana de la UPEL.

El Instituto Pedagógico Rural “Gervasio Rubio”, Upel, es otra de las instituciones que han buscado alternativas para continuar con la misión para la cual se crearon. Su directora-decana, María Trinidad García, considera que la universidad enfrenta una serie de problemas y desafíos muy grandes ante un panorama complejo producto del covid-19 y la crisis sociopolítica y económica del país, pero a pesar de ello, la Universidad Pedagógica Experimental Libertador se mantiene firme ante los desafíos de la formación docente, con reinvención y nuevas formas de ver y entender el papel que les corresponde en estos tiempos.

“Como lo expresa nuestro rector, Raúl López Sayago, no perdemos la fe y la esperanza en nuestro país y en el rescate de nuestra universidad. En estos momentos, la institución se encuentra en un avanzado estado de deterioro por falta de presupuesto. Las aulas de clase no presentan las condiciones mínimas necesarias, sobre todo las que fueron cedidas de manera no voluntaria para albergar a connacionales al inicio de la pandemia, aun cuando quedó registrado en acta el compromiso del alcalde Ángel Márquez y la diputada Nellyver Lugo, de entregar las instalaciones funcionales, operativas y en perfecto estado. Pero a la fecha, estas muestran el deterioro del que fueron objeto durante la permanencia de los connacionales”.

Añadió que han cumplido con cada una de las solicitudes de la alcaldía de Junín, como la entrega de proyectos de reparación de la infraestructura y paisajismo de la institución, pero hasta los momentos no hay respuesta de atender estos requerimientos.

Por otra parte, indicó que el Gobierno nacional no ha asignado recursos para el mantenimiento de la universidad, y aun cuando la institución recuperó hace dos años esos espacios, ahora se encuentran inhabilitados para funcionar.

“El presupuesto es inexistente para la Upel, como corresponde a las universidades públicas. Lo único que recibimos son los recursos para pagar sueldos, pero no tenemos fondos para gastos de funcionamiento; desde hace muchos años somos excluidos del presupuesto nacional. Por esta razón recurrimos a los ingresos propios, que se perciben por medio del área de postgrado. Con esto, la universidad atiende los requerimientos más urgentes en materia de mantenimiento y procesos académicos y administrativos”.

Considera que el presupuesto es discriminativo, pues el sueldo de un profesor instructor, que es la categoría más baja, es de 1 dólar con 76 centavos, mientras que el docente titular, que es máxima categoría, recibe el equivalente a 3 dólares con 38 centavos.” Esto genera una situación de miseria y pobreza en nuestros profesores, que obviamente tienen que buscar otras alternativas para poder subsistir”.

Dio a conocer que las actividades inician el lunes 11 de enero, de acuerdo al calendario académico-administrativo aprobado por el Consejo Universitario.  Debido a la situación de pandemia y las directrices de la Organización Mundial de la Salud, se atenderán solo algunos aspectos administrativos, atendiendo las medidas de bioseguridad.

Se le dará continuidad a un lapso académico especial para los estudiantes de pregrado, que finaliza en el mes de febrero. Los alumnos cursan solo dos materias teóricas, para que avancen, a pesar de no contar con las condiciones mínimas para las clases a distancia, pues muchos de ellos no tienen recursos tecnológicos como computador o conexión a internet. A esto se suman los cortes de energía eléctrica.

Estas asignaturas se desarrollan a través de la plataforma virtual por la página web de la universidad, por aula invertida, wasap, correo electrónico o cualquier otro medio alternativo que se pueda utilizar. Por tal razón, la doctora García agradeció la constancia y compromiso de profesores, estudiantes y todo el personal involucrado en el proceso.

“Se mantienen activas las líneas de investigación; a pesar de las circunstancias, el año pasado fue fructífero, con eventos científicos y académicos que resaltaron la construcción y producción de conocimiento, así como la publicación en revistas arbitradas”. En el caso de extensión, se va a establecer un cronograma para ofertar cursos, talleres y diplomados en las diversas modalidades que se puedan presentar.

En lo que respecta a postgrado, se culminó en diciembre el periodo académico y se tiene programada la prosecución de los estudiantes en el mes de febrero. Próximamente se dará a conocer el cronograma de presentación de las mesas de trabajo, tanto de tesis de grado como doctorales. También se publicará el periodo de inscripciones e inicio del lapso académico.

La Secretaría de la universidad tiene previsto comenzar el curso de iniciación universitaria para estudiantes de nuevo ingreso, el cual se dictará a través de la plataforma virtual. Este despacho organizará su plan de trabajo para los procesos de inscripción correspondientes a los periodos académicos, tanto de pregrado como de postgrado.

“Es una realidad titánica de amor y compromiso con la universidad que se ha construido durante muchos años y tiene un sitial muy importante en la trayectoria, en la evolución histórica y en el crecimiento del país. Por eso continuamos en un proceso de reinvención”, finalizó.

Participación activa

Omar Pérez Díaz, vicerrector administrativo de la ULA-Táchira.

El vicerrector administrativo de la Universidad de los Andes, núcleo Táchira, Omar Pérez Día, manifestó que lo más importante que se debe lograr en estos momentos es la participación activa de la comunidad universitaria. “En estas circunstancias difíciles de nuestra casa de estudios, la preocupación subyacente es dejar que el poco interés por mantener actividades nos lleve a un cierre. Por eso, la iniciativa debe superar esta compleja situación que hoy se vive”.

“Tenemos unas circunstancias que nos preocupan. Hay visiones diferentes y encontradas, algunos asumen no dar clase por los miserables sueldos que tenemos. Es muy difícil, sobre todo para los jóvenes docentes; otros establecen que hay limitaciones operativas para cumplir con los procesos online, por las fallas de internet, electricidad y todos los avatares que limitan la aplicación de estas nuevas herramientas tecnológicas”.

Agregó que hay quienes dicen que no están preparados académicamente para desarrollar esta didáctica de la utilización desde los medios tecnológicos, que no tienen el dominio técnico para aplicar esta modalidad.

“Creemos que una de las formas de contribuir con las generaciones del futuro, que están en formación, es mantener viva la academia como una manera de protesta, de no permitir que la inercia cierre nuestra casa de estudios. Si somos “la casa que vence la sombras”, no podemos visualizar una forma diferente a mantener abierta la institución”.

Manifestó que recientemente tuvieron la presencia de gran cantidad de colegas, que hace varios meses no asistían a la universidad, “vimos cómo una convocatoria del Estado para entregar un equipo logró que se estableciera un encuentro de muchos docentes separados por la actual situación”.

Considera que establecer todas esas limitaciones debe ser una obligación del Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior; detectar esas necesidades del sector universitario: un salario digno, asistencia médico-social, plan de becas, todo lo que represente calidad de vida, extensivo al personal administrativo y obrero, que está en condiciones similares.

“El gobierno debe entender que la educación es una inversión social que garantiza el progreso de un país, por eso, la necesidad de la universidad en integrar vínculos con entes nacionales, estadales y municipales, para lograr el apoyo que hoy se hace necesario y recuperar espacios que fueron saqueados”.

Por eso, el propósito de iniciar una serie de acciones que les permitan activar los espacios académicos; “el futuro es comprometido, pero tenemos la esperanza de que si todos asumimos la organización de escenarios, la academia, la extensión y la investigación en el área docente, y con el apoyo solidario del personal administrativo y obrero, podremos asegurar, con los alumnos que se forman profesionalmente, que sí hay futuro en nuestra casa de estudios”.

A manera de conclusión, destacó que algunos docentes están a la espera de los lineamientos de su respectivo gremio para asumir posiciones en cuanto al inicio de actividades.” Creemos que es el momento necesario para establecer algunas pautas de interés que nos ayuden a todos. Esto no es un problema individual, sino que es de todos y así debemos asumir el compromiso de visualizar lo más importante, que es una universidad al servicio del pueblo”.

Las experiencias de tres autoridades universitarias de las más importantes casas de estudios superiores de la región, y su visión, muestran la realidad de estas valiosas instituciones que mantienen abierta su lucha por seguir adelante

Norma Pérez

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