ra de nacionalidad venezolana y se dedicaba a la venta de gas doméstico en La Fría, municipio García de Hevia, uno de los dos hombres que hace apenas uno días fueron localizados asesinados a tiros, en Guarumito, limítrofe con el municipio Ayacucho.
La otra víctima no había sido identificada y permanecía en el Instituto de Medicina Legal, en Cúcuta, hasta donde ambos cadáveres fueron ingresados por una empresa funeraria colombiana. Los dos fueron abaleados tres veces en el rostro.
En cuanto al venezolano, la familia lo identificó como José Guillermo Ramírez. Dijo un pariente que desconocía que tuviera algún tipo de problema, amenazas o enemigos, y que, contrariamente, lo conocían como un hombre servicial y amable.
Desde que conocieron el hallazgo de los cadáveres y la posibilidad de que uno de ellos fuera el de Ramírez, los parientes se extrañaron por el lugar donde los localizaron, pues era una zona que no frecuentaba. En razón de esa situación, no se explicaban qué pasó.
Ramírez era el tercero de cinco hermanos y dejó al menos siete hijos, seis de ellos menores de edad.
Por su parte, el diario colombiano La Opinión, en relación al doble homicidio, publicó: “extraoficialmente se conoció que un grupo de hombres armados, al parecer, sacó a Ramírez de su casa y se lo llevó con rumbo hacia una trocha que comunica con Guarumito, en territorio colombiano, para asesinarlo junto con la otra víctima”.
Agregó además que en esa zona opera el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que mantiene una ofensiva a sangre y fuego contra la banda criminal y paramilitar Los Rastrojos, por el control del territorio, codiciado para el negocio ilegal del narcotráfico y el cobro de extorsiones por el paso del contrabando entre los dos países, en esta zona de frontera.
Miriam Bustos