Mauricio Pernía-Reyes *
Las reservas de carbón metalúrgico del Táchira representan una oportunidad de industrialización regional, de ocupación del territorio, de generación de empleos y dinamización económica que requiere de una explotación basada en tecnología y equipos actualizados para su aprovechamiento racional, económico y ambientalmente responsable.
El yacimiento de carbón de la aldea Pajarito, en el municipio Bolívar del estado Táchira, dispone de un avance en infraestructura importante, pero insuficiente para una explotación intensiva y para no repetir el esquema de trabajo de las minas de carbón de Lobatera; es conveniente una inversión en maquinaria, con tecnología de punta, trenes subterráneos, sistemas de ventilación y diseñar e instalar una planta de coque para darle valor agregado al carbón, contar con participación ciudadana, acreditación técnica de los estudios de impacto ambiental y sociocultural, planes de responsabilidad social empresarial y de vinculación con el entorno.
Este tipo de mineral tiene como destino la industria siderúrgica y el mercado de exportación es su destino natural, hasta tanto no se eleve la producción de las industrias básicas de Guayana. La exportación debe hacerse aprovechando la salida del mineral por los puertos en el Lago de Maracaibo para asegurar su embarque a los mercados internacionales y que por mucho tiempo fue la ruta de salida del carbón siderúrgico y el coque que se produce en Norte de Santander, Colombia.
Por otra parte, el carbón fue declarado como mineral estratégico, de manera que está regulado por la legislación que trata la explotación del oro, razón por la cual no se desarrollaría mediante concesiones mineras, que era el esquema que la estatal Carbosuroeste tenía previsto en esas minas de la aldea Pajarito, conocidas como yacimiento Las Adjuntas, sino probablemente mediante empresas mixtas.
También conviene recordar que los yacimientos mineros constituyen bienes del dominio público, de competencia nacional, y no supone ventaja alguna para los propietarios del suelo, sino por el contrario, una carga y están sujetos a expropiación por causa de utilidad pública e interés social.
La tecnología y la vinculación con el entorno permiten el desarrollo minero por túneles y galerías, lo que representa un bajo impacto ambiental y facilita el impulso de esta industria.
*Profesor UCAT y director del Centro de Estudios de Minas y Energía de Luris Analytica.