Sucesos
Una de las víctimas en trocha El Palmar tenía una semana de estar desaparecida
23 de enero de 2021
U no de los dos hombres cuyos cadáveres abaleados fueron localizados este martes, en la trocha binacional El Palmar, se encontraba desaparecido desde una semana antes del hallazgo.
Este fue identificado por sus familiares, pero el otro aún no. Se trataba de Juan José Fermín Landero, de 34 años, quien trabajaba en una agencia de viajes de la terminal de transporte, de donde, aparentemente, desapareció mientras laboraba.
Dijeron que Fermín Landero tenía seis años viviendo en San Antonio del Táchira, municipio Bolívar, y lo definieron como un hombre trabajador y honesto, que dejó en la orfandad a cinco hijos, entre ellos una bebé de apenas 6 meses de nacida.
Sus familiares no hallaban una razón para que lo asesinaran, ni conocían al otro hombre que ultimaron junto a él.
“No tenía amenazas, no había dicho nada sobre un problema. Siempre se dedicó a trabajar y a sostener a sus cinco hijos”, dijo un doliente.
Dijeron que él se encargaba de ofrecer los planes de viaje a cualquier persona que quería llegar a territorio colombiano, para continuar su marcha hacia el interior del país o al exterior, a través de las trochas fronterizas.
Le decían cariñosamente Vive Cien, por su destacable destreza en el trabajo, su habilidad para convencer a los clientes. Por ello, era ampliamente conocido en el área.
A Fermín Landero le perdieron el rastro el martes 12 de enero. No regresó a su casa. Sin embargo, sus parientes mantenían la esperanza de que en cualquier momento volvería y explicaría la razón de su ausencia, por cuanto sus hijos preguntaban incesantemente por él.
Junto al cadáver de un desconocido, Fermín fue hallado asesinado en territorio venezolano, el martes en la mañana, a un costado de la trocha El Palmar, que comunica a San Antonio del Táchira con Villa del Rosario.
Las autoridades colombianas, por razones humanitarias, se encargaron del levantamiento y traslado de los cuerpos a la sede de Medicina Legal, en Cúcuta.
Miriam Bustos