Retornados continúan a la espera para salir del municipio fronterizo de Bolívar en transporte público. Grupos familiares han tenido que dormir a la intemperie frente a la falta de dinero para pagar un puesto en los carros «piratas».
Niños, mujeres y algunas personas de la tercera edad integran los núcleos que se hayan apostados a las fueras del Terminal de Pasajeros de San Antonio del Táchira, puerto que se ha mantenido cerrado desde hacía ya varias semanas.
«Llevamos más de tres días a la espera. Uno pregunta y no nos dan respuesta», lamentó Anthony Sánchez al tiempo que precisó que no cuenta con el dinero para pagar un carro «pirata».
Sánchez resaltó que, como último opción, se verán en la necesidad de pedir aventones junto a sus familiares. El problema, dijo, es que llevan consigo varios costales.
Para el núcleo familiar de Sánchez, conformado por cuatro adultos y tres niños, ha sido muy difícil tener que dormir sobre la frialdad del concreto.
La familia arribó a la frontera hace tres días, proveniente de Bucaramanga, Colombia.
Jonathan Maldonado