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Representantes de colegios privados deciden por encuesta si el estudiante regresa al aula

6 de marzo de 2021

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Si el estudiante regresa al aula, sus padres y/o representantes deben presentar a la dirección del plantel una autorización, un acta compromiso, donde dejan constancia que está sano, con soportes de evaluación médica.

Por José Luis Guerrero

Por medio de una encuesta, los padres y/o representante de los estudiantes de los colegios privados informarán a los directivos de cada plantel si enviarán o no a sus hijos a los centros educativos a partir del próximo 8 de abril.

Si la respuesta es positiva, cada estudiante debe presentar una autorización, una especie de acta compromiso firmada por sus padres o representante, acompañada de una evaluación médica que indique que el niño, niña o adolescente está sano.

En varios países de Europa, muchos estudiantes regresaron a las aulas bajo la modalidad semipresencial (Foto/DW) José Luis Guerrero Si el estudiante regresa al aula, sus padres y/o representantes deben presentar a la dirección del plantel una autorización, un acta compromiso, donde dejan constancia que está sano, con soportes de evaluación.

Ambas medidas fueron tomadas por los directivos de los centros educativos privados en reuniones de trabajo para cumplir con el llamado a clases semipresencial anunciado por el gobierno nacional, que es un tema de muchas aristas.

Guerrino Guariento, presidente de la Asociación Nacional de Institutos Educativos Privados, Andiep, y asesor nacional de la Asociación de Colegios Privados, dijo que el sector privado tiene todo listo para arrancar cuando el ministerio de Educación lo indique y que la programación en aula dependerá de la respuesta de los padres y/o representantes.

Expresó que no es nada sencilla la tarea emprendida. Algunos colegios ya enviaron la encuesta; otros están en ese proceso. Una vez recibida la respuesta, al tener la certeza del número de alumnos en aula, cada docente reordenará su planificación. Los planteles se activan con los protocolos ya establecidos por ellos mismos, con las normas internas acordadas para la seguridad y salud de toda la comunidad educativa. “Ya todo el plan de trabajo lo tenemos”.

— ¿Qué es clase semipresencial?

— Es volver al aula de clases con pocos alumnos. La norma recomienda trabajar con grupos pequeños, no más de 15 alumnos por aula. Una semana flexible estará en clase la mitad del salón y en otra semana el segundo grupo.

— ¿Qué plantean los docentes?

— Ellos esperan ser vacunados por el Estado. Hay el compromiso de volver a las aulas, pero igual un temor de contagio. Es un riesgo grande para toda la comunidad. Nos preguntamos: ¿vacunarán? Es una gran incógnita. Cada plantel debe cumplir con las normas de bioseguridad, y los padres deben llevar a los estudiantes con el tapaboca, gel antibacterial, alcohol, jabón para lavado constante de manos. Cada colegio se encargará del mantenimiento de sus espacios.

— Entiendo que hay muchas dudas sobre esta modalidad.

— Te digo la verdad, no estamos bien claros, no estamos bien seguros sobre esta modalidad. Primero, porque no hay garantía de la inmunización a todo el personal docente y, segundo, no hay garantía de si el Estado tiene la capacidad de hacer el mantenimiento a los planteles públicos y dar los medios de protección a los niños, niñas y adolescentes.

— ¿Cómo se cuidan los docentes?

— El presidente de la República informó que iban a vacunar y por eso se cambió de fecha de retorno a las aulas, de marzo al 8 de abril. Se corrió el plan de trabajo. En abril iniciamos el tercer lapso escolar. Yo me pregunto; ¿si no hay esa seguridad, vale la pena poner en riesgo la vida de un niño o de un adulto, de un maestro, generar un problema en la institución con varios infectados, caso que se puede presentar? Yo lo pensaría bien.

Guariento declaró que “el país no está preparado para iniciar clases en aula. No está preparado”.

Sabe que hay una necesidad “muy grande, muy sentida, muy fuerte, más de los adultos, así como de los papás, en el sentido de que los muchachos asistan a su colegio. Se han dado problemas muy serios en el país, a nivel emocional, porque hay muchachos decaídos, otros están tristes, quieren volver a la escuela, no quieren responder las tareas; aparte de la inmensa necesidad porque no tienen teléfono celular inteligente o equipo de computación, y se suman los cortes de electricidad y fallas de internet”.

— ¿Cuál es su propuesta?

— Mi idea es terminar el año escolar 2020-2021 de manera virtual, como se ha cumplido en estos dos primeros lapsos, y que el próximo año escolar, 2021-2022, sea semipresencial o presencial, que se trabaje con mayor seguridad. Ojalá de aquí a septiembre se haya podido vacunar a los docentes, y el primer lapso se tome para la nivelación de los objetivos más importantes.

— ¿Cómo vienen trabajando?

— En la semana flexible se apoya a los estudiantes con la asesoría pedagógica que ellos necesitan. Hay materias como Física, Química, Matemática, en bachillerato, donde los estudiantes van en grupo a las explicaciones del docente. Además, el profesor maneja todo de forma virtual, por las redes, y se comunica con cada estudiante. Es un trabajo arduo, más complejo, pero se cumplen los objetivos.

— ¿Qué comentan los padres o representantes de manera informal?

— Un alto porcentaje no está dispuesto a enviar a los niños o adolescentes a clases. Es difícil la situación; además serían pocas las horas de clases al mes. No sé si vale la pena arriesgar tanto, hacer ese gasto, cuando no tenemos garantía, la inversión de bioseguridad. Todos los colegios han tenido un padre o representante que lamentablemente ha fallecido. Es difícil para todos.

— ¿Cuál es el porcentaje de cumplimiento de compromiso de pago de los padres o representantes?

— El pago de los compromisos económicos de parte de los padres o representantes con los colegios registra una morosidad alta a nivel nacional. Uno lo entiende por la crisis económica. Los padres piensan primero en el alimento de sus hijos. En algunos colegios puede estar en 60 por ciento de morosidad, en otros 30 o 35 por ciento, eso varía, pero estimo que la media nacional está entre 45 y 50 por ciento. Los papás pagan poco a poco, abonan, cancelan, porque ellos saben que hay que cumplir con los compromisos con los docentes. Es difícil para todos.

Guariento informó que por los momentos el monto de las mensualidades está congelado. No es tema de discusión. “No podemos aumentar. No lo podemos hacer. Sería una irresponsabilidad de nosotros, porque los padres están haciendo mucho sacrificio para cumplir los compromisos. Con la devaluación que hay cada día, el ingreso de todos es menor”, precisó.