Los partidos debían jugarse el 25 y 30 de marzo. La FIFA analizará con el ente rector del fútbol sudamericana, la reprogramación de las dos jornadas.
Por Homero Duarte Corona
Otra vez los grandes clubes europeos se salieron con la suya. Pudo más su poder económico que cualquier otra cosa, al extremo que la Conmebol, con el aval de la propia FIFA decidieron que la doble fecha de la eliminatoria Sudamericana, con miras al Mundial de Catar 2022, que estaba pautada para el 25 y 30 de marzo, quedara al margen.
La decisión, luego del cónclave del ente rector del balompié en el continente, obedece a la imposibilidad de contar en tiempo y forma con todos los jugadores sudamericanos, que militan en los principales clubes del “Viejo Continente”.
Producto de esta situación, la FIFA analizará la reprogramación de la doble confrontación, en coordinación con la CONMEBOL y las asociaciones miembros, todo enfocado en pro de que ninguno de los países involucrados salgan perjudicados.
Al contrario del mes de noviembre, que no hubo objeción por los clubes europeos para ceder sus jugadores a las diferentes selecciones sudamericanas; en esta ocasión y ante el repunte de la pandemia del covid 19, tanto en Europa como en el continente sudamericano, que obligaba a una serie de medidas de bioseguridad a los jugadores a la llegada a sus países de origen y al regreso a los equipos donde hacen vida deportiva.
Pareciera que la FIFA se lavó las manos como Pilatos, no hubo una respuesta ante el pedimento de su filial Conmebol, que obliga a pensar que no pudo o no quiso intervenir, pues al frente tenía a la UEFA, el mandamás del fútbol en Europa, que como es apenas lógico aboga por sus equipos o clubes afiliados, que en esta ocasión vieron peligrar sus intereses económicos, dada la presencia de jugadores de la talla de Lionel Messi, Luis Suárez y otros tantos, que son claves en sus filas en este momento cuando las ligas están en pleno apogeo.
En esta doble tanda Sudamericana, estaban programados partidos de gran importancia como el Colombia-Brasil el 25 de marco y Brasil-Argentina el 30; y en el caso de la Vinotinto debía medir fuerzas con Ecuador de local y ante Perú en Lima.
La Conmebol tenía dos alternativas: suspender la doble jornada o que las selecciones jugaran con los elementos que hacen vida en los torneos domésticos de cada nación.
Como colofón de enfrentamiento de poderes, de nuevo los clubes europeos ganan los derechos de los jugadores que cierran filas en sus divisas.
Se desconoce la fecha en que la Conmebol se pondrá de acuerdo con la FIFA para reprogramar la doble tanda que debía jugarse a finales de marzo.