Sinónimo de niño prodigio, de talento y versatilidad, son calificativos que le caen de perlas a Jonathan Moly, quien viene cantando desde los 4 años y que ahora, a sus 27, imparables en su carrera musical, lanza desde Miami el tema “No volveré”, en género de salsa, que ya está captando millares de seguidores.
Lo que empezó cuando se le presentaba como “el hijo del exitoso cantante Miguel Moly” y de la ex-Miss Venezuela, Inés María Calero, desde hace mucho tiempo que rompió ese nexo umbilical para ser identificado como uno de los grandes cantautores del momento, que se diera a conocer con Piensa en mí y Sayonara, así como el pegajoso merengue Mi linda prima, que promocionó por toda Venezuela y que lo trajo en gira por San Cristóbal, hace más de un quinquenio.
Jonathan Moly, aunque usted no lo crea, viene grabando desde muy niño, al acompañar a su padre Miguel con la página Eres tú, con la cual se dio a conocer en el programa Sábado Sensacional de Venevisión.
A los diez años empieza sus clases de canto y a los trece ya lanza su primer promocional, bajo el título “Mi mejor amiga”, que tuviera resonante aceptación.
Estuvo dos años formando parte del Grupo Salserín, hasta que decide ir por su cuenta y riesgo, identificándose con la balada, la salsa, el pop rock, que le han ido abriendo escenarios en buena parte de América.
Recientemente esta joven figura, estrella venezolana del firmamento de la canción, ha sido noticia, pues a través de las redes sociales se informó de su divorcio, y luego de estar sufriendo del coronavirus, sin que se sepa a ciencia cierta sobre lo primero, y tampoco si ya ha superado el covid-19.
De todas formas, sus fans están seguros de que su carrera está asegurada, pues “No volveré” es una demostración de su talento, que esperan continúe por muchos años más.
Víctor Matos