Reportajes y Especiales

Miedo, incertidumbre, muerte y retos en salud

13 de marzo de 2021

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Nancy Porras

Llegó el covid-19 a Venezuela y al Táchira, anuncio que traía un mensaje tácito de miedo, incertidumbre y muerte, luego de las advertencias hechas por las autoridades mundiales de salud y que llevaron a los científicos del mundo a buscar, en el contexto de la emergencia, una cura lo antes posible.

Venezuela cumple un año del primer caso reportado. A la fecha, el mundo acumula cerca de 114 millones de personas infectadas, con una tasa de letalidad del 2 %, aproximadamente, es decir, que hay cerca de 2. 6 millones de personas fallecidas en el mundo por esta terrible enfermedad.

El personal, aun en medio de muchas deficiencias, trabaja y pone en riesgo su vida.

Según reportes oficiales, en nuestro país se han registrado cerca de 144 mil casos, con un índice de letalidad del 1 %, aproximadamente, es decir, cerca de 1.400 fallecidos; esto dice que el control de la enfermedad y la letalidad en el país exhiben un comportamiento un poco más favorable.

El doctor Jesús López, médico internista y quien ha seguido de cerca los estudios sobre este virus, recordó que cuando aparecen los primeros casos en Wuhan se da la alerta a la Organización Mundial de la Salud y el mundo científico empieza a trabajar sobre una enfermedad que no conocía.

Trabajar sobre lo desconocido

—Esto quiere decir que tenían que realizar el plano de un avión cuando está cayendo, una de las cosas más difíciles que ocurre en la ciencia médica, porque se desconocía absolutamente todo— subrayó.

Había que ahondar desde las características de quién era el patógeno y ahondar en qué hacía al organismo, señaló.

—La ciencia, en este último año, ha avanzado vertiginosamente en la investigación de la enfermedad; lo primero que hizo fue descubrir que es un coronavirus— dijo.

Se halla algo importante y es que esa espiga se une a la encima convertidora 2 y esto hace que entre en las células, particularmente en las endoteliales que tapizan los vasos y el pulmón, y es la causante de lo que se conoce como el síndrome de dificultad respiratoria y luego secundario a la tormenta de citoquina, es decir, a la reacción que el organismo hace para defenderse contra el virus, pero es tal la respuesta inmunológica que daña los tejidos y es una de las causas de fallecimiento del paciente, explicó.

Si bien es cierto que no se tiene un antiviral que sea efectivo por encima del 70 %, sí se dispone de la combinación, al inicio del Rendesivir, junto con los anticuerpos monoclonales, y ya en la segunda fase, durante el período de inflamación, el uso de los antiinflamatorios, como Dexametasona, Tocilizumab.

La esperanza de las vacunas

Quizá el mayor avance ha sido el desarrollo de vacunas. Han dado resultados prometedores, que en los estudios de fase tres, es decir estudios de seguridad y efectividad, han mostrado que son seguras, refirió el doctor López.

“La esperanza del mundo está en las vacunas”, expresó. “Lograr la inmunidad del rebaño y disminuir la transmisión del virus, es decir, que cerca del 70 % de la población esté vacunada y desarrolle anticuerpos; hasta ahora hay 10 aprobadas”, precisó.

Táchira en emergencia

Apenas se confirmó hace un año el primer caso positivo de coronavirus en el Táchira, se logró hacer un acomodo o adecuación del Hospital, tomando en cuenta los tres pisos del área de Emergencia, incluyendo el área de Cuidados Coronarios, donde se colocaron las camas de terapia intensiva para los pacientes.

Se contó con la coordinación entre Corposalud, Gobierno nacional y ONG, Comité de la Cruz Roja, Acnur y OPS.

Trabajo arduo

—Fue un trabajo arduo, rápido, nada fácil, en el sentido de las carencias económicas propias que se tienen el país— aseveró el doctor Leonardo Contreras, quien para ese momento era el director del Hospital Central..

No obstante, el Comité de la Cruz Roja posee el personal capacitado, lo que ayudó mucho a preparar a todo al personal, que de hecho estaba renuente a atender a este tipo de pacientes, por el miedo a exponer su vida, sostuvo.

—Así fuimos llevando la situación; el primer paciente fue un arquitecto— recordó.

Se fue día a día, trabajando en forma creciente, acotó, y se llegó a manejar la cifra más alta que ha tenido el Hospital Central, 84 pacientes hospitalizados. Ante esta realidad, se adecuaron más áreas, y después de ese registro ha habido algunos picos, pero “nunca la cantidad de enfermos covid-19 que tuvimos nosotros”.

Muerte de médicos

En un principio, la morbimortalidad llegó a algunos médicos, tal fue el caso del único intensivista que tenía el Hospital, quien fallece contagiado por covid-19.

Además muere el jefe de Pabellón, el cirujano cardiovascular, por covid-19, “y yo, como director del Hospital, también salgo infectado y me hospitalizo; o sea, lo que es el padecimiento o la consecuencia de este virus, lo vivimos todos”.

“No obstante, se hizo de tripas corazón y fue una buena experiencia para todos, en cuanto a la solidaridad, compañerismo, optimizar los recursos”.

—La capacitación jugó un papel muy importante, entendiendo que hay miedo, pánico; la muerte rondaba; todos los factores y situaciones sirvieron para poder crecer como personas, añadió.

Medidas acertadas

Las medidas que se tomaron en el Hospital fueron extremas y tempranas, “pero yo creo que a larga fueron buenas porque es posible que se haya hecho un verdadero cerco epidemiológico”, resaltó.

La experiencia que traía de Hospital el doctor Contreras, la aplicó en un centro de salud privado, adecuó las áreas en menor proporción, capacitaron a la gente, tomando las medidas de prevención; en estos momentos presenta un balance positivo, a pesar de que hubo y hay mortalidad en todos los centros privados de Venezuela y el mundo.

—La experiencia ha sido positiva, hubo muchas bajas, es cierto, pero siempre en las pandemias hay bajas importantes, de eso no hay duda; pero guerra es guerra y los soldados, en este caso, el personal de salud, tenían que afrontarla, pero ahora, con la vacunación, se espera que la inmunidad se propague.