Internacional
Las playas de Río se convierten cada día en grandes gimnasios al aire libre
25 de diciembre de 2017
Las interminables playas de Río de Janeiro, uno de los mayores activos que posee esta ciudad brasileña, son convertidas diariamente en enormes gimnasios al aire libre por adictos al deporte que no solo buscan mejorar su estado físico y su salud sino también exhibir ese esfuerzo en la arena.
Se dice de Río que es la ciudad del culto al cuerpo y que es adicta al deporte, y no en vano uno de los rasgos característicos del carácter carioca es su vínculo con la práctica deportiva, aunque los practicantes también buscan ejercitar sus cuerpos para luego exhibirlos en imposibles tangas o bañadores, que también forman parte del patrimonio nacional, como las playas de Ipanema y Copacabana.
Según Marcela Amaral, profesora de educación física, el estilo de vida carioca es deportivo y atlético por la gran riqueza natural que la ciudad tiene, que invita a las personas a practicar todo el deporte que quieran en la playa, en los parques o en la laguna.
De esta forma, al recorrer las playas de la ciudad es habitual observar, desde bien temprano, la practica de una gran variedad de deportes, desde los clásicos partidos de fútbol playa, pasando por el surf o el yoga.
También se puede encontrar actividades propias de los gimnasios que se han transportado al aire libre, como Rio Academia, una iniciativa de la empresa Mude y la ONG Arte e Vida, que ha construido un gimnasio 316 metros cuadrados, que en la playa ofrece multiplicidad de actividades deportivas gratuitas.
Rio Academia tiene su central en la playa de Ipanema, si bien ofrece actividades deportivas a lo largo del paseo marítimo de la ciudad todos los días de la semana, durante los meses de noviembre a febrero (el período del verano austral), previo registro en su aplicación móvil, que tiene registradas a 18.000 personas.
Amaral, profesora de este centro, explicó a Efe que sus clases, en las que se ofrecen cupo a entre 20 y 25 personas, generalmente se llenan tres días antes, y que son demandadas por muchos hombres y muchas mujeres, de todas las edades. «Es muy democrático», dijo.
Durante los meses de funcionamiento, esta iniciativa ofrece 5.800 plazas por semana divididas entre las 53 clases semanales que se imparten de deportes como Crossfit, MMT, Volley playa, Capoeira, Taichi o HIIT, a lo largo de los diferentes puntos de las playas y la central de Ipanema.
La iniciativa de la empresa Mude y la ONG Arte e Vida, patrocinada por el Banco Santander y la empresa Oakley, tiene el objetivo de democratizar el deporte en Río de Janeiro y hacerlo accesible a todos los habitantes de la «ciudad maravillosa», más ahora que comienza el verano austral y un gran número de cariocas, preocupados por su aspecto físico, comienza a llenar los gimnasios.
Además la práctica de estos deportes al aire libre supone un acto social en Río de Janeiro, una forma de relacionarse y conocer gente, argumenta Amaral, quien explicó que «conoces gente nueva todos los días, es un acto social».
Todas las personas que acuden a la playa a ejercitarse coinciden que no hay lugar igual para hacerlo y valoran la sinergia positiva del binomio deporte y contacto con la naturaleza. «Es el gimnasio más bonito de Río de Janeiro» asegura Amaral.
«Es maravilloso, practicar deporte en esta playa, en esta naturaleza maravillosa, creo que no hay nada mejor para despejar la cabeza y no pensar en los problemas» agregó Mónica Cohen, una de las alumnas de Rio Academia.
«En un gimnasio cerrado no tienes este paisaje, ni estas vistas. No te da el sol en la cabeza ni el viento en la cara… Esto marca la diferencia», afirmó Amaral al comparar la playa con los gimnasios tradicionales.
«Además aquí en Brasil tenemos un problema con los precios, pues estos gimnasios cerrados son caros y el país no está en la mejor situación económica, aquí estamos al aire libre y podemos hacer deporte con solo registrarnos», añadió Carolina Vasconcelos, otra habitual de estas clases en la playa.
En opinión de Amaral los objetivos de las personas que acuden a las clases son los de mejorar su condición física, ganar más fuerza y conseguir una mayor una calidad de vida, «que creo que es lo que les proporcionamos» comentó.
Vasconcelos explicó que para ella es muy importante cuidar de su físico, «creo que es muy importante trabajar el cuerpo, no solo por una cuestión de salud sino también por una cuestión emocional, una forma de estar siempre bien contigo mismo» añadió.
Si bien la salud no es el objetivo de todos, «me gusta cuidar de mi cuerpo porque soy vanidoso, para ser sinceros no es por la salud», confesó con una sonrisa Fernando Fuccini, otro de los alumnos de las clases de Rio Academia. «Bueno por la salud también, pero primero por vanidad» admitió.
EFE