Como ilustra el portal especializado Aciprensa, la devoción a Nuestra Señora de los Dolores es muy antigua. En el siglo VIII, los escritores eclesiásticos hablaban de la “Compasión de la Virgen”, en referencia a la participación de la madre de Dios en los dolores del Crucificado.
La fiesta empezó a celebrarse en Occidente, durante la Edad Media, cuando se hablaba de la “Transfixión de María”, de la “Recomendación de María en el Calvario”, y se conmemoraba en el tiempo de Pascua. El viernes anterior al Domingo de Ramos también se hacía una conmemoración a la Virgen Dolorosa.
El papa Benedicto XIII extendió universalmente la celebración del “Viernes de Dolores” en el año 1472.