“Pido que a los venezolanos nunca se les acabe la esperanza, y que en medio de las dificultades puedan levantarse, continuar haciendo el trabajo lo mejor posible”

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Por Bleima Márquez /@bleimamr

“Es una gran alegría la que sentimos, el regocijo de que este hombre José Gregorio Hernández, un venezolano, haya llegado a los altares como beato”.

Así se expresó monseñor Juan Ayala, primer obispo auxiliar de San Cristóbal, al conversar sobre la esperada beatificación del Venerable, el médico de los pobres.

Monseñor Ayala dijo que Hernández es un punto de referencia, porque fue una persona que supo conjugar lo humano con lo divino y además combinó el amor con el servicio, sobre todo a los más necesitados.

Para el primer obispo auxiliar de San Cristóbal, el júbilo que embarga a cada persona por este acontecimiento religioso, debe servir de estimulación.

“Esta alegría nos debe motivar para dar lo mejor de nosotros en la misión que cada uno tenemos, puesto que José Gregorio lo hizo y fue en momentos difíciles, duros, pero siempre le colocó entusiasmo y alegría de todo hijo de Dios. Jamás le dio sepultura a la esperanza”, dijo Ayala.

También, señaló que José Gregorio fue un hombre de perspectiva, muy misionario que salió y se preparó con una meta muy clara: servir al pueblo, a la patria, al país que lo vio crecer y lo formó para la vida.

Al preguntarle a monseñor Ayala cuál sería su pedimento al beato, respondió: “Yo le pido a José Gregorio Hernández muchas cosas, pero sobre todo que todos podamos crecer en la fe, el amor y la esperanza. Que todas podamos luchar por la reconstrucción de una sociedad, de una patria, un país tan hermoso como es Venezuela, pero en estos momentos está con tantos problemas y dificultades que dañan la vida del venezolano. Pido que a los venezolanos nunca se les acabe la esperanza, y que en medio de las dificultades puedan levantarse, continuar haciendo el trabajo lo mejor posible”.