El Día de los Santos Inocentes, que tradicionalmente se celebra el 28 de cada diciembre, tiene de verdad una connotación en la historia del cristianismo, pues pese a que en suelo venezolano y en otras latitudes se toma para inocentadas y chistes, en realidad es una conmemoración donde se recuerda la matanza de niños menores de dos años y nacidos en Belén, en Judea, la cual fue ordenada por el rey Herodes I el Grande, con el fin de deshacerse del recién nacido Jesús de Nazaret.
A través de los anales de la historia, la Iglesia católica recuerda este acontecimiento el 28 de cada diciembre, aunque de acuerdo con el Evangelio de Mateo, la matanza debió haber sucedido después de la visita de los Magos al rey Herodes I el Grande, uno o dos días después del 6 de enero, aunque también la fecha de la adoración de los Magos a Jesús no tiene una ubicación dada exacta en las escrituras.
Monseñor Laureano Ballesteros, cura párroco de la iglesia Cristo Rey de Las Lomas, recuerda que en torno a esta fecha existe un pasado histórico en el que se recuerda la muerte de los niños inocentes a manos de los súbditos de Herodes, lo cual cada año es recordado trágicamente, ya que se trató de hechos que les quitaron la vida a personas que empezaban a vivir.
Paralelo a este hecho trágico, recuerda Ballesteros que también en Hispanoamérica y sobre todo en Venezuela es costumbre realizar en esta fecha bromas de toda índole, donde en ocasiones se involucra casi mayormente toda la sociedad, y que incluso los medios de comunicación tergiversan los contenidos para darle rienda suelta al humor y así “tomarles el pelo” a los incautos.
Otros entendidos en esta festividad recuerdan que en algunas zonas de América es importante no prestar ningún bien, sea objeto o dinero, pues el prestatario es libre de apropiarse de los bienes. Este tipo de festejo ha venido a menos en años recientes y ya no es usual que la gente pida prestado con la esperanza de que el prestador no recuerde la fecha y se le pueda hacer mofa con la muy popular frase “caíste por inocente palomita que te dejaste engañar” o su versión ampliada: “Inocente palomita que te dejaste engañar, sabiendo que en este día nada se puede prestar, hoy día de los inocentes te dejaste engañar”.
En vista de esta situación, este 28 de diciembre las personas deben estar prestas a no ser incautos, pues en cualquier momento pueden ser objeto de una broma del Día de los inocentes.