Sucesos
Madre colombiana denuncia que convoy del Ejército arrolló y mató a su hijo de 8 años en la vía a La Mulata
29 de diciembre de 2017
Por ahora, solo ante el Consulado colombiano, familiares de un niño neogranadino, de apenas 8 años de edad, denunciaron la presunta responsabilidad del conductor de un convoy del Ejército venezolano que, sin ninguna razón, habría provocado que madre e hijo perdieran el control de la moto en la que iban y posteriormente arrolló y mató al pequeño, en el municipio Pedro María Ureña.
El trágico suceso tuvo lugar el pasado jueves 21 de diciembre, aproximadamente a las 7 de la noche, a la entrada de Villa Camila, en la vía que conduce a La Mulata, cuando, provenientes de la vecina ciudad de Cúcuta, la mamá y el infante se dirigían a casa de unos familiares para recibir allí la Navidad.
Yaneth Quintero, progenitora del niño, identificado como Ángel Sebastián Ascanio Quintero, desde Colombia contó que: “lo único que queríamos era pasar una Navidad feliz. Iba a casa de mis otros hijos que viven allá, en Ureña. Íbamos en mi moto. Cuando estábamos por llegar al retén del Ejército (punto de control) y de la nada, apareció un convoy que me tiraron encima; con la llanta delantera me pegaron en el manubrio de la moto, perdí el control, me mandaron así, a un lado, y con la llanta de atrás le pasaron por encima a mi bebé”.
Y Agregó Yanet Quintero: “pedí auxilio y no me auxiliaron; mi teléfono estaba descargado y no podía avisarle a mi familia. Les pedí a los militares un teléfono prestado, pero ninguno quiso, simplemente me decían que me calmara. Decían que ellos no habían sido, que estaban ahí para auxiliarnos. Sinceramente, duré ahí como hora y media, sin que nadie me auxiliara; quiso mucha gente ayudarme, pero el Ejército no lo permitió, les decían que no, que siguieran su camino. Y yo, con mi bebé ahí, en el piso, le destrozaron la cabeza. Yo no podía hacer nada. Al rato llegó la Guardia Nacional, uno de los funcionarios me prestó el teléfono y pude avisarle a mi familia”.
—Llegaron mis hermanos -prosiguió-, quisieron tomar fotos, mirar qué había sucedido, y tampoco los dejaban. Fue cuando ya llegó el nuevo alcalde del pueblo, que se pudo hacer algo, él intervino. Les dijo a los militares que permitieran que la familia actuara, pero mi hijo ya estaba muerto. Ninguno del Ejército se preocupó por todo eso, simplemente se fueron… Quise averiguar, con unos de los guardias que estuvo ahí, quién había sido el conductor del convoy y él me respondió que ya se lo habían llevado detenido. Supuestamente, está preso en Rubio, pero no sé si será cierto.
Añadió que “yo sé que con esto no voy a revivir a mi hijo, que apenas acababa de cumplir 8 años en noviembre; yo simplemente pido justicia, por favor, ayúdenme a hacer justicia, que la muerte de mi hijo no quede impune. A pesar de su corta edad, mi bebé tenía muchos sueños…”.
Por el momento, Yaneth solo ha formulado la denuncia del hecho ante el Consulado colombiano con sede en San Antonio del Táchira; ante los demás organismos competentes no lo ha podido hacer en razón de que, al ir a hacerlo, le dijeron que esperara hasta enero, “hasta que pasen las fiestas navideñas”.
El pequeño Ángel fue enterrado el pasado sábado 23 de diciembre en el cementerio de Ureña. A pesar de las restricciones que tuvo la familia, se cuenta con fotos y videos del sitio donde ocurrió el hecho.
Miriam Bustos