Las investigaciones desarrolladas por el Cicpc habrían determinado que el joven Anthony Gómez, cuyo cadáver con un balazo en la frente fue localizado en una casa en construcción en Caneyes, municipio Guásimos, se suicidó, descartándose que fuese un homicidio, como se presumió inicialmente.

Aunque con base en una supuesta carta que dejó el joven, todo indicaba que él mismo se disparó, el hecho de que el tiro fuera en la frente -poco común en los suicidas-, y que no localizaran en el lugar el arma que utilizó, crearon dudas entre los investigadores, que posteriormente realizaron otra inspección ocular en la escena.

Sin embargo, la mencionada carta dirigida a la familia, en la que se despedía, así como el Análisis de Trazas de Disparos, al que lo sometieron y que comprobaba o descartaba si él disparó el arma (de hallar o no rastros de pólvora en sus manos), que resultó positivo, indicaron que el exmilitar del Ejército Anthony Gabriel Gómez, de 24 años de edad, se quitó la vida.

Mientras se esclarecía si Anthony se suicidó o lo asesinaron, algunas personas, de interés en la investigación, han sido llamadas a declarar ante la sede detectivesca.

Adicionalmente a las conclusiones a las que el Cicpc llegó, sobre este caso, el muchacho había sufrido estados depresivos durante un tiempo, en algunos de los cuales, sin éxito, había atentado contra su vida.

En cuanto al arma de fuego utilizada por Anthony, que no fue localizada, se presume que alguien más pudo haber hallado el cadáver del muchacho y que en vez de notificar del hecho a las autoridades, se la llevó.

El cadáver de Anthony Gómez, a quien llamaban cariñosamente el Abuelo, fue localizado por uno de los obreros que adelantaban la construcción de viviendas en la calle 3 del urbanismo “Mirador de Guásimos”, quien de inmediato dio aviso a las autoridades. (MB)