Freddy Omar Durán
Los precios de la carne de res al consumidor en los establecimientos tachirenses se igualaron a los ofertados en el vecino país, donde también andan preocupados por una escalada del producto.
Con el precio de la carne de res de primera a 14 mil pesos el kilogramo, y escasos compradores en las carnicerías, la proteína animal se aleja otra vez de la mesa de muchos tachirenses.
Ya aquello de que en Cúcuta el kilo de carne de res se mantenía en niveles superiores a los precios de la región, ya no es tan cierto, con el detalle de que mientras en nuestro estado con un salario mínimo apenas se cubre un kilo de carne, en el vecino país un salario mínimo viene a ser más de 70 kilos de carne.
Y no se puede aseverar que hemos remontado los montos colombianos al consumidor, pues en el vecino país, como se informa en los principales portales noticiosos, las jornadas de protesta que allá se viven presionan el aumento, aunque también hay un señalamiento hacia los ganaderos, que miran más al extranjero que al mercado local.
Con carne de segunda y la molida tocando los 12 mil pesos, Flor Sánchez, una compradora que de lejos miraba una nevera en una carnicería de La Concordia, afirmó que “aquí toca como todo venezolano hace: respirar profundo, buscar alternativas y seguir adelante, y si no se puede comprar, pues no se compra”.
Varios factores
Édgar Vásquez, carnicero que labora en un conocido mercado popular de San Cristóbal, de inmediato exculpó a sus colegas y a los mataderos, en tanto ellos, por todos los medios tratan de conservar un mínimo margen de ganancia.
—Se está haciendo lo suficiente para sobrevivir. Sencillamente, el precio del animal en pie se elevó, y esa responsabilidad no viene ni de nosotros ni de los mataderos. Si hace 15 días la carne de segunda estaba en 7 mil pesos y las ventas estaban duras, ahora te podrás imaginar –señalando a su alrededor-: El mercado siempre ha estado solo estos días y ahora, con estos precios más aún, y eso no es algo que a nosotros nos interese, todo lo contrario.
Para el comerciante, toda una serie de factores se confabulan para la escasez del producto, que hace que el ganadero prefiera exportar sus reses, teniendo en cuenta que también existen compromisos del Estado venezolano con naciones de Medio Oriente
—Estamos pagando a 0,87 dólares, por muy caro, y a ellos se las están cancelando a un dólar mínimo, y revendida en el exterior se le puede ganar mucho más; además, el productor puede pasar la carga con todas las facilidades, directamente, sin tanto papeleo, sin gastar tanto combustible, tan difícil de conseguir. Si yo quisiera ir a los llanos para abastecerme, debo pasar por no sé cuántas alcabalas, pues todo eso está militarizado— dijo.
Agregó que si hubiese voluntad política, al menos se podría considerar en instancias gubernamentales la importación de carne para solventar la escasez.
—Al paso que vamos, nos vamos a quedar para el consumo local con un rebaño pequeño, pues tenemos un consumo pequeño, que demora alrededor de dos años en salir, y si antes se estaban cargando mautes de 500 kilos para arriba, hoy con que lleguen a los 450 kilos es suficiente.