Internacional
La “Ley Rider” afectará a venezolanos que trabajan como repartidores a domicilio en España
22 de mayo de 2021
La “Ley Rider” afectaría a la comunidad de repartidores o riders venezolanos en España, pues dejarían de ser autónomos y se convertirían en trabajadores por cuenta ajena, contratados por plataformas como Uber Eats, Deliveroo o Glovo o compañías de trabajo temporal, reseña la Voz América (VOA).
“No hay ningún país del mundo que se haya atrevido a legislar sobre esta materia. Por primera vez el mundo está mirando a España”, afirmó la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
Migrantes venezolanos en ese país dijeron a la Voz de América que, a pesar de que obtendrían beneficios en materia de protección y derechos humanos, aseguran que esos cambios no les ayudarían.
El “Real Decreto-Ley para la garantía de los derechos laborales de las personas dedicadas al reparto en el ámbito de plataforma digitales”, también conocida como “Ley Riders”, fue aprobada por el gobierno de Pedro Sánchez con la finalidad de supuestamente “proteger” a los más “vulnerables”.
Aunque los riders podrán contar con protecciones en casos de accidente, permisos retribuidos o de lactancia, no podrán establecer sus propios horarios ni laborar para diversas plataformas, como estaban acostumbrados hasta el momento.
De acuerdo con organizaciones que defienden los derechos del colectivo, las plataformas no tendrán la capacidad de “absorber” a los 30.000 repartidores que se estima que existe en España, así que una importante cantidad de trabajadores se quedarían sin empleo.
“Se prevé que 75% quedemos excluidos (…) Vamos a tener contratos de unas 15-20 horas sin poder compaginar con otros trabajos. Incluso hay cláusulas muy restrictivas dentro de estos contratos. No podrás trabajar con la competencia incluso 18 meses después”, informó Jordi Mateo, presidente de la Asociación Profesional de Riders Autónomos.
La delegada provincial de la Comunidad de Madrid de la Asociación Autónoma de Riders (AAR), Asunción Montoya, le preocupa el proceso de contratación.
“Ellos van a contratar a quien sea más rentable. Las personas de cierta edad, en ellas me incluyo, no tenemos ni la misma agilidad ni rapidez (…) La angustia y la inseguridad que nos está generando esto es terrible”, confesó la venezolana Montoya.
Entre 300-350 euros mensuales ganaba un rider haciendo jornadas largas. Sin embargo, Josua Méndez, teme que no pueda continuar ayudando a su familia en Venezuela como lo hace hasta el momento.
“Nos dará un sueldo base de 700, 800 [euros] mensuales. Desde alquiler, mercado, servicios y tal, pues no alcanzará para enviar remesas a los familiares y se verá disminuida la calidad de vida de cada una de nosotros”, dijo a VOA.
Méndez resaltó que “es un trabajo duro, que requiere esfuerzo mental y físico, pero vale la pena por lo que se gana”.
“Si no tienes ni siquiera los ingresos que pretendías tener con el trabajo y sigues teniendo el mismo esfuerzo físico es preferible no hacer nada”, finalizó.
Con información de la Voz de América.