Italia celebró este martes la detención en Brasil de uno de los jefes de la mafia calabresa, Rocco Morabito, el segundo criminal más buscado del país, en el curso de una operación conjunta de Italia y Brasil.
“Se trata de un logro extraordinario, que demuestra la capacidad de la magistratura y de los organismos encargados de hacer cumplir la ley para combatir eficazmente el crimen organizado y sus ramificaciones internacionales”, comentó la ministra italiana del Interior, Luciana Lamorgese en un comunicado.
“Es un duro golpe para la ‘Ndrangheta (la mafia calabresa, ndlr). La lucha contra las mafias y la ilegalidad es una prioridad”, aseguró por su parte el ministro de Defensa, Lorenzo Guerini.
Morabito, de 54 años, entre los mafiosos italianos más buscados después del capo de Cosa Nostra, Matteo Messina Denaro, fue arrestado el lunes en Joao Pessoa, en el nordeste de Brasil, como resultado “de una investigación conjunta entre Brasil e Italia”, según informó la policía brasileña.
“Desde ayer (domingo), un equipo de policías italianos de la Oficina Central de la Interpol en Roma, que participó de la investigación, y de los Carabinieri, se trasladó a Brasil ante la perspectiva de que la detención fuese hecha”, agregó el cuerpo policial.
Desde Brasil la Policía Federal (PF) sostuvo que “hay registros de la actuación de Rocco Morabito en la organización del tráfico de drogas entre Brasil y Europa desde la década de los 90”.
La vida normal del broker de la droga
Por su parte el procurador de Reggio Calabria, Giovanni Bombardieri, en una conferencia de prensa celebrada por internet, reiteró que Morabito, durante toda su larga permanencia en América del Sur, actuó como “el ‘broker’ (agente) internacional de la droga”.
Conocido como el “rey de la cocaína” por sus relaciones con las organizaciones criminales latinoamericanas, Morabito era buscado desde 1995 por la justicia italiana por asociación ilícita y tráfico de drogas.
Condenado en ausencia a 28 años de cárcel, una pena que más tarde se amplió a 30 años, fue detenido con otro miembro de la ‘Ndrangheta, Vincenzo Pasquino, originario de Turín, también incluido en la lista de los criminales más buscados.
“Los dos estaban en una misma habitación. Morabito quedó muy sorprendido (cuando lo arrestaron, ndr). No había notado nada de anómalo. Hacía una vida normal. Iba a la playa y frecuentaba los locales públicos. No tenía la vida de un fugitivo”, contó el comandante del segundo sector investigativo del Cuerpo Especial de Operaciones (Ros) de Italia, Massimiliano D’Angelantonio.
En 2017 había sido detenido en un hotel de Montevideo, tras residir 13 años con otra identidad en el balneario uruguayo de Punta del Este.
Según el comandante del cuerpo especial de operaciones italiano, ROS, el general Pasquale Angelosanto, en declaraciones a la prensa, Morabito entonces “tenía una segunda identidad en Uruguay, formó inclusive una nueva familia y se presentaba como un rico empresario de la soja, con contactos con autoridades locales”.
La justicia uruguaya aprobó su extradición a Italia en 2018, pero en junio de 2019 protagonizó una sonada fuga por la azotea de la Cárcel Central de Montevideo junto a otros tres extranjeros, y desde entonces estaba prófugo.
Para el procurador nacional antimafia de Italia, Federico Cafiero De Raho, se trató de una operación “ejemplar” por la colaboración y cooperación internacional lograda, ya que involucró también a Interpol, y el FBI y la DEA estadounidenses.
“Ha sido un trabajo innovativo en materia de investigación, el clima de camaradería ha sido un aprendizaje para todas las futuras operaciones”, aseguró por su parte durante la conferencia virtual el fiscal de Delitos Económicos Uruguay, Ricardo Lackner.
AFP