LA VIDA NORMAL, debido a esta pandemia, nos está arrimando cada vez más a ejercer una vida virtual, donde la sociabilidad, los sentimientos amicales, se están reduciendo a atender un computador, a estar más preocupado por el funcionamiento del Internet que a abrir nuestros corazones a la hermandad y la amistad…Y ANTE ESTA situación inusual, desde hace poco más de un año, como que nos estamos acostumbrando, no solo los adultos, que al fin y al cabo tenemos nuestros propios mecanismos de defensa, sino la niñez, adolescencia y juventud, que se desenvuelven hoy obligatoriamente en las cuatro paredes, alumbrados por el ordenador y preocupados por el resultado de sus conocimientos y exámenes a distancia…EL HOMBRE, desde que apareció en la tierra fue un animal de costumbres, pero sobre todo un animal social, gregario, familiar, que está en el umbral del peligro de olvidar lo que es el amor, la lealtad, el compromiso, el estudiar el comportamiento de su semejante, esencia que estaría perdiendo, ahora obligado a refugiarse en casa, a lograr la satisfacción de sus necesidades por las redes, a olvidar la mirada sincera, leal y amorosa de sus semejantes, que poco a poco lo irán convirtiendo en un robot de asistencia a sus más primarios apetitos…SI NO SOLUCIONAMOS de una buena vez la inmunización contra el coronavirus, lo que ya es un hecho por la aparición de las diferentes vacunas, estaremos forjando una sociedad de comportamiento insospechable para el futuro, en donde incluso los más perjudicados serán nuestros hijos, que se van formando en un ambiente en donde la máquina tendrá prioridad ante el razonamiento humano…TENEMOS que estar alertas ante esta situación, pero por sobre todo ante la responsabilidad de nuestros dirigentes políticos y económicos, estos últimos que, organizados en empresas e industrias, les es más factible aumentar sus ingresos sin tener que lidiar con sus empleados, cosa que derivará en la ausencia o reducción de la sociología, la sicología y el tratamiento clínico medicinal de los afectados por algún mal…ESTAMOS OBLIGADOS a exigir la inoculación masiva de la vacuna anticovid-19 para volver a la normalidad, pues de lo contrario estaríamos creando una sociedad Frankenstein, de desconocidas reacciones…EL FUTURO está en nuestras manos, en nuestro talento, en nuestras querencias, en la hermandad y espiritualidad que ha elevado al hombre para buscar la felicidad en su entorno…IMAGINAMOS que a nivel mundial se está estudiando este fenómeno que aquí alertamos, para que no digan que no hay preocupación cierta sobre lo que nos pueda suceder en el porvenir.

…….

Y ESTO, es todo por hoy

…….

MENTIRAS universales:

“Veré qué me dice el computador sobre nuestra relación”

……

DIOS los bendiga…¿Saben?

VÍCTOR MATOS