Nacional
Salud sexual y reproductiva, último lugar en las prioridades del Estado
4 de junio de 2021
Expertos aseguran que toda la atención que ha dado la sociedad civil ha sido importante, pero nunca va a sustituir al Estado y sus obligaciones. La sociedad debe unirse en la exigencia de todas las garantías de los derechos de la mujeres
Este jueves 3 de junio, la salud sexual y reproductiva de la mujer fue el tema debatido en TalCual, donde Estefanía Mendoza y los psicólogos: Leonardo Pérez y Kika Martorell conversaron sobre los derechos asociados a la integridad de la salud en la mujer y el impacto de la emergencia humanitaria en las etapas de desarrollo de las niñas, adolescentes y mujeres venezolanas.
Estefanía Mendoza, coordinadora de Mulier, organización de la sociedad civil dedicada a la promoción y defensa de los derechos de las mujeres, aseguró que en Venezuela muchas mujeres no consiguen la garantía plena y correcta de sus derechos. “Este es un sistema de salud que está en ruinas, sostenido casi en hombros por los médicos y enfermeras. En un contexto de pandemia por el covid-19, ha significado la negación de controles prenatales para las embarazadas, la negación de educación, información y facilitación de métodos de planificación familiar que permita a las mujeres, decidir cuándo y cuántos hijos tener”.
A Juicio de Mendoza, no hay garantías de ningún tipo de derechos, pero en especial, el de la salud sexual y reproductiva. La especialista explica que hay un componente muy importante y es la salud mental. “Las mujeres enfrentan situaciones de embarazos que no pueden llevar a cabo por enfrentar una situación de pobreza extrema y eso conlleva a no consumir medicamentos prenatales para cuidar su embarazo. Estas mujeres sufren muchísimo y tienen una carga desigual que no saben cómo gestionar porque no hay respuestas de los entes oficiales”.
La coordinadora de Mulier, Estefanía Mendoza detalla que durante los meses de confinamiento por el covid-19, las embarazadas perdieron controles prenatales porque cuando asistían a los hospitales públicos se les negaba atención, debido a que estos estaban dedicados únicamente al covid-19. “Se tiene toda la red de salud pública destinada al covid-19 y se entiende, pero los embarazos también necesitan control. Esas mujeres quedaron desasistidas y esta situación se repite con los partos, embarazadas que visitan varios hospitales para ver en cuál la atienden”.
Estefanía Mendoza ejemplifica los casos en el estado Zulia, donde hubo mujeres que no podían llegar a los hospitales por falta de gasolina o dinero en efectivo y les tocaba caminar para poder ser asistidas. “Esta es una situación que demuestra el nivel de desamparo que viven las mujeres y niñas en Venezuela”.
“El 29 % de las mujeres que atendimos el año pasado en Mulier, nos decían que tenían una situación de salud relacionada a la violencia que estaban viviendo: gastritis, depresión ansiedad. La salud en general de las mujeres está en peligro. No hay garantías de sus derechos. Pero en especial la salud sexual, pues simplemente está en el último lugar de las prioridades del Estado”.
Por su parte, la psicóloga Kika Martorell manifestó que la violencia hacia las mujeres es una realidad estructural debido a las relaciones desiguales de poder que se producen en el sistema patriarcal y son las que tienen menos posibilidades de desarrollo. Detalla que según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), en Venezuela 75% de las mujeres están al frente de sus hogares sosteniendo más de cuatro miembros, en algunos casos.
«En la crisis, hay un empobrecimiento acelerado de la población, las mujeres son las más afectadas». Con la llegada del covid-19 y con los recursos dirigidos a atender esta enfermedad, se dejaron otras áreas como la atención de la salud sexual y reproductiva, las embarazadas quedaron en una situación de incertidumbre y la violencia de género se incrementó.
La psicóloga aseguró que «urge una atención integral de la mujer que atienda todas sus esferas, donde también se visibilice el cuidado porque no solo mantienen a sus hijos sino que también son sus educadoras”.
En cuanto a la menstruación, un tema que continúa siendo tabú para la sociedad, Leonardo Pérez, psicólogo de la asociación civil de Planificación Familiar (Plafam), explicó que se debe romper con mitos y prejuicios porque esto prolonga algunas prácticas peligrosas o dañinas. Destacó el valor de una educación sexual real. “Es muy importante que sea una información de manejo universal porque forma parte del cuerpo humano. Debemos normalizar que existen o van a existir hombres y mujeres menstruantes. Esta temática pasa precisamente por la promoción de una educación integral de la sexualidad, que realmente podamos hablarle a las personas acerca de estos hechos que son fascinantes, interesantes y transversales de la vida humana”, acotó.
El psicólogo, Leonardo Pérez aseguró que la salud sexual y reproductiva está constantemente en riesgo. “Hay una doble epidemia, no solo la del covid-19 sino la epidemia de violencia de género. Ha empeorado y agudizado por las circunstancias donde las mujeres se ven encerradas con su agresor».
Estefanía Mendoza, coordinadora de Mulier dejó a disposición un número telefónico para darle atención psicológica gratuita a quienes lo necesiten: 0414-6254125. “Toda la atención que ha dado la sociedad civil ha sido importante, pero nunca va a sustituir al Estado y sus obligaciones y por eso creo que la sociedad debe unirse en la exigencia de todas las garantías de los derechos de la mujeres”.