Frontera
Apertura y cierre: dos realidades que conviven en el paso binacional
6 de junio de 2021
Del lado venezolano solo está activo el canal humanitario, el cual ya tiene más de 13 meses desarrollándose
EL DATO:
Las trochas siguen activas para el paso de ciudadanos que deseen acudir a Colombia a hacer sus diligencias o con intenciones migratorias
DE INTERÉS
La entrada a los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander está fijada desde las 6:00 a.m. y hasta las 3:00 p.m., mientras la salida va desde las 6:00 a.m. y hasta las 5:00 p.m., según informó Migración Colombia
Por Jonathan Maldonado
La tensión, confusión y expectativa han reinado durante esta semana en la frontera colombo-venezolana, sin que el escenario quede totalmente claro. Colombia abrió sus pasos binacionales con Venezuela, en una decisión unilateral que sorprendió a muchos, frente al cambio de señal en las últimas horas.
El lunes 31 de mayo, las esperanzas de muchos, sobre todo del lado colombiano, se habían desvanecido luego de que el Gobierno de Colombia anunciara que el cierre de los tramos binacionales se extendía hasta el 1 de septiembre, con excepciones, que incluían al transporte de carga pesada.
Durante esas horas, los gremios empresariales y productivos de Norte Santander calificaron de discriminatoria la resolución, pues no se ajustaba a lo que la nación neogranadina había informado, días atrás, respecto a los otros pasos internacionales. Horas después, en la noche, y a punto de acabarse el martes 1 de junio, Colombia informó sobre una apertura gradual de la frontera con Venezuela.
Pero el panorama cambió por completo. El anuncio avivó el entusiasmo de los sectores productivos de ambas naciones, así como de la ciudadanía en general. Venezuela, por su parte, ha mantenido su postura: la frontera no se abrirá hasta tanto no se den los consensos y se establezca, en una primera fase, un paso comercial, no peatonal.
A las 6:00 a.m. del miércoles 2 de junio, Colombia abrió los tramos Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander. La medida vino acompañada de un conjunto de normativas frente a la covid-19: el paso sería bajo el esquema pico y cédula, y con horarios establecidos sobre los puentes.
Tras la remoción de las vallas, del lado colombiano, justo ya en el corregimiento de La Parada, los ciudadanos venezolanos empezaron a acercarse hasta la mitad del puente. La mayoría fue aguardando a ver si lograba llegar a Venezuela, a través de los puentes. Con el pasar de las horas, retornaban y se adentraban en las trochas.
Canal humanitario
El canal humanitario se mantuvo abierto el miércoles 2 de junio. El acalde William Gómez, tras visitar el puente internacional Simón Bolívar, lo ratificó y precisó, al mismo tiempo que de acuerdo con los más recientes anuncios de Venezuela, mediante la vocería del diputado y designado político para la entidad andina, Freddy Bernal, la frontera seguiría cerrada por no haber acuerdos entre los dos países.
“Una decisión sobre un paso internacional no puede ser unilateral”, aseguró la máxima autoridad local, mientras insistía en la necesidad de que se dé una reunión con las autoridades de Norte de Santander.
Mientras las declaraciones se daban, el puente seguía registrando salida y entrada de venezolanos que, con récipe en mano o con intenciones de vacunarse contra la covid-19 —quienes poseen cédula neogranadina y están en el grupo etario exigido—, hacían uso del paso preferencial.
Casos de salud
Javier Contreras iba con su esposa al momento de ser abordado por el equipo reporteril de La Nación en el puente binacional. «Son bastante flexibles y el control está bien», resaltó el sexagenario mientras aseguraba que la necesidad de averiguar unos exámenes médicos lo empujaba al vecino país.
«No tenemos cédula colombiana, pero queremos informarnos del costo de unos exámenes en diversos centros de salud colombianos. Los exámenes son para mi esposa, quien amerita un chequeo en sus pulmones», dijo al tiempo que enseñaba los récipes que guardaba en una carpeta de color marrón.
Contreras y su esposa desconocen los precios de los exámenes. La pareja cuenta con un presupuesto fijo, reunido con el esfuerzo de ellos y el de sus hijos. Igualmente, no saben si en la nación que visitan los pueden conseguir más económicos o más costosos que en una clínica venezolana. «Vamos a averiguar», resaltaron.
Por su parte, el joven Edwin Rincón, acompañado de su hija, atravesó el puente internacional con cita en mano. «Tengo consulta médica, tanto para mí como para mi hija», aseveró Rincón mientras continuaba su trayecto por el tramo.
Del trato de las autoridades venezolanas y colombianas, no se quejó. Incluso, resaltó lo expedito que fueron los funcionarios de ambos lados. «En Venezuela solo tuve que mostrar la cédula, la cita médica, y pasé; no hubo ningún inconveniente», agradeció.
Ya en Colombia, el joven hizo lo mismo, explicó a los funcionarios de Migración las razones que le llevaban al país neogranadino. Una vez le aprobaron el paso -en cuestión de escasos minutos-, siguió su camino de la mano de su pequeña hija, a quien sujetaba fuertemente mientras daba sus pasos sobre el asfalto.
«Me regresaron»
María Natividad Puentes intentó cruzar hacia Venezuela por el puente Simón Bolívar. Al llegar al lado venezolano, planteó su caso a las autoridades – Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y Migración están apostados en la mitad-, quienes le dijeron que no podía pasar, pues no estaba anotada en el sistema del grupo que ha salido del país por casos sanitarios.
Hace aproximadamente 15 días, Puentes se aventuró por los caminos verdes para ir de visita a la casa de su hija, ubicada en Cúcuta, Colombia. «Allá me quedé varios días, pues me sentía algo quebrantada de salud», subrayó.
La dama es hipertensa. El cansancio y algo de fatiga se reflejaban en su humanidad. «Me tocará pasar la trocha, no hay de otra», lamentó, para luego detallar que vive en Tienditas, en el municipio fronterizo Pedro María Ureña.
Al igual que María Natividad Puentes, la curiosidad y las ganas de acortar camino y evitar las trochas empujan a muchos a la mitad del paso internacional para preguntar si pueden seguir la ruta por el puente. La mayoría recibe un no como respuesta, ya que el único paso permitido en la actualidad por Venezuela es de carácter humanitario.
«Venimos a vacunarnos»
Luis Useche, de 64 años, cruzó el puente en compañía de su esposa, Elvia Moncada, con el propósito de vacunarse en Colombia contra la covid-19. «Me siento contento, pues la vacuna le puede salvar la vida a uno», recalcó el caballero.
Useche viajó desde San Cristóbal hasta la frontera. Pese a que es semana radical, no tuvo inconvenientes en las alcabalas dispuestas a lo largo del trayecto. «Todo ha marchado bien. En el puente no se presentaron problemas para pasar. Uno dice lo que a va hacer en Colombia, en materia de salud, y listo», agregó.
El sexagenario aprovechó la oportunidad para enviarles un mensaje a los presidentes de Colombia y Venezuela: «Deben ponerse de acuerdo, la frontera amerita estar abierta, así los ciudadanos pueden venir sin problemas a realizar sus diligencias: comprar comida, algún medicamento, ir al médico o adquirir cualquier otro insumo que, a veces, en nuestro país no se consigue», aclaró.
«Es necesario que se abra la frontera y que se vacunen a los venezolanos también. La idea no es esconderlos, que no salgan de sus casas; al contrario, hay que vacunarlos para que sigan con su vida y no tengan tantas limitaciones», agregó para, a pocos los segundos, emprender camino nuevamente.
Entretanto, Xiomara Serrano atravesaba el puente con la ayuda de un “sillero”, quien presta el servicio desde la avenida Venezuela, en San Antonio del Táchira, hasta La Parada, Colombia. “Voy a vacunarme en el colegio Antonio Rueda, ubicado en Villa del Rosario”, sentenció.
La dama, además de ir con el “sillero”, contaba con el apoyo de su hermana. “Tenemos pesando regresarnos hoy mismo, todo depende de cómo nos vaya en la vacunación”, recalcó bajo el sol abrasador de la frontera.
Si eres colombiano, ¿qué debes conocer?
Las personas con cédula colombiana, ya sea por nacimiento o por haberla adquirido por alguno de sus progenitores, solo deben presentar ese documento a las autoridades neogranadinas, justo en la mitad del puente internacional, donde se encuentran apostados.
Ya no le toman la foto, pues Colombia tiene abierta la frontera desde el pasado miércoles 2 de junio. Lo que sí le preguntan es la razón que los motivan a cruzar hacia esa nación. Como la mayoría pasa por cuestiones sanitarias, ya que es el único paso -humanitario- habilitado por Venezuela, hay flexibilización en torno al pico y cédula.
Los días terminados en 2 – 4 – 6 – 8 y 0 solo podrán ingresar al país aquellas personas cuyo número de cédula de identidad termine en alguno de estos dígitos, explicó Migración Colombia mediante una nota de prensa. Lo mismo sucederá para los días impares, donde solo se permitirá el ingreso de personas cuyos números de documento finalicen en 1 – 3 – 5 – 7 y 9.
Del lado venezolano, la persona debe mostrar su récipe médico y el documento de identidad. En el caso de las personas que se van a vacunar por primera vez, solo deben presentar su cédula colombiana y son anotadas en el control que llevan las autoridades para el momento del retorno.
Si eres venezolano, ¿qué debes conocer?
A la persona que solo posee cédula venezolana, por los momentos, como no se ha normalizado el paso fronterizo de parte de Venezuela, no le están exigiendo Tarjeta de Movilidad Fronteriza (TMF), la cual no sirve para acogerse al Estatuto Temporal de Protección.
En el punto colombiano, la persona muestra el documento de identidad y responde a la pregunta de qué la motiva a cruzar a Colombia. En este caso, el 99 % de las respuestas son por razones médicas, ya que Venezuela solo tiene activo el canal humanitario; de resto, sigue restringido cualquier otro tipo de paso.
Para este grupo también hay excepciones a la hora de aplicar la medida pico y cédula. “A un paciente con cáncer, renal o con VIH, no se le puede exigir que cumpla con ese requisito, ya que su cita no se puede retrasar. Con ellos somos muy flexibles”, manifestó un funcionario de Migración Colombia.
Por su parte, las autoridades venezolanas exigen un récipe médico que pruebe que la persona va realmente a una urgencia sanitaria o a diligenciar una cita o tratamiento en algún centro de salud de la vecina nación.
Refuerzo de seguridad
En la avenida Venezuela, en San Antonio del Táchira, fue instalada una segunda valla metálica que obstaculiza por completo el paso hacia la Aduana Principal. Solo dejaron un estrecho margen para el uso del canal humanitario, que lleva más de 13 meses activado.
La valla fue atravesada el miércoles 2 de junio, en horas del mediodía, en un momento de cierta tensión por la decisión unilateral de Colombia de abrir sus fronteras con Venezuela. La acción, llevada a cabo por parte de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), ocasionó el rechazo de la mayoría de los habitantes de la zona.
Ya en La Parada, corregimiento colombiano, la mayoría de ciudadanos venezolanos que circulan por la localidad comercial arribaron tras haber cruzado a Colombia por los caminos verdes o trochas, el paso aún no oficial para quienes deseen ir o venir del vecino territorio.