Regional

El consumo de frutas mantiene la demanda

14 de junio de 2021

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El consumo de frutas en el Táchira mantiene relativamente alta la demanda de las diversas variedades del producto, en especial lechosa y cambur, y en tiempos de cosecha, como actualmente, el mango, este y la llamada manga, que es más grande, son muy apetecidos por los compradores.

Pero no solamente las frutas de temporada, que son algunas específicas, porque siendo Venezuela un país tropical, la variedad de frutas en general se mantiene prácticamente todo el año. En cualquier puesto de ventas, informal o formal, durante casi todo el año se puede adquirir, además de los citados, guayaba, parchita, piña, naranja y mandarina

Las de temporada son, por ejemplo, la que llamamos zapote, que parece propio de nuestra tierra; aguacate, tomate (que también es fruta), entre otros. Pero, a decir de algunos comerciantes de vegetales, el cambur y la lechosa son los que siempre se consiguen, y los que más demanda tienen.

Hablamos con tres personas vendedoras de frutas en sendos puestos informales establecidos en la avenida Industrial, parte alta de la ciudad, en la salida hacia Palo Gordo: Miguel Gutiérrez, Efraín Gutiérrez (no son familia), y Nubia Estela Contreras.

¿De dónde vienen las frutas?

Miguel Gutiérrez: “El mango es una bendición”. (Foto Tulia Buriticá)

Miguel, un joven vendedor, nos dice que vienen de distintas partes del país, pues no todas las frutas se producen en el Táchira. Por ejemplo, explica, el mango viene del llano, más que todo de Apure, de esos lados es de donde más está saliendo. Y nos agrega: el mango es una bendición de Dios, porque se da sin pedir nada. Solo necesita agua y sol.

Miguel nos reseña que en su puesto se venden mucho el cambur, la lechosa y la patilla. —–—Ahora estamos vendiendo mucho mango, porque se está dando, igual que la manga y la naranja. La gente también consume muchos cítricos, en especial el limón.

Cambur, mango, lechosa, limón, aguacate…. Frutas importantes para la nutrición, que se consiguen fácilmente en la ciudad… (Foto Tulia Buriticá)

Por su parte, Nubia Estela (quien no quiso foto) nos dijo que ya en tiempos de pandemia, lo que se ha vendido más es el tomate de árbol, el limón y la naranja, porque la gente los busca contra el covid. Pero, igual consumen de todas las frutas.

Lo que más lleva la gente, enfatiza, es tomate de árbol, naranja y limón. Igualmente, cambur y lechosa. Y ahora, el mango, porque estamos en temporada de cosecha. La piña, un poco menos, porque está costosa en estos días.

Y Efraín, muy optimista, dice que en su puesto, la gente compra de todo, gracias a Dios. De todo se come. Y en general, agrega, hay días buenos y hay días malos, pero se compensan unos con otros.  Al final, se acomoda la semana.

—Para mí, responde, dice, las frutas de más demanda son el cambur y la lechosa, además de la naranja. También, en estos meses, el mango y el aguacate.

¿Qué hay de los precios?

Los precios de las frutas se mantienen más o menos estables, coinciden nuestros entrevistados. Las variaciones son muy pocas.  El cambur entre mil quinientos y 2 mil, igual que la lechosa. Claro, todo depende de la calidad en que esté la fruta, porque a veces se consigue más barata, pero está golpeada o pasada de madura.

Nubia dice que los precios, con respecto a las frutas, los productores los mantienen, más o menos estables. “Pero uno siempre trata de buscar precios económicos en el mercado para poder ayudar a la gente, también. Y para vender, porque si los precios suben, la gente no compra”.

En el puesto de venta de vegetales de Nubia Contreras las frutas son la atracción para el comprador.
(Foto Tulia Buriticá)

Por su parte, Efraín explica que, “si los precios son cómodos, la gente compra”. Por ejemplo, ahora se vende mucho el mango y también el aguacate, además de la lechosa, el cambur y otros, porque los precios son cómodos.

¿Y cuál es el precio cómodo?, preguntamos. Bueno, responde, si el producto está entre 2 mil y 2.500 pesos el kilo.

Indica que la fruta que casi siempre mantiene el precio es el cambur. Tiene más de seis meses que no varía. Las otras suben y bajan, pero tampoco es tanto. Normalmente no lo es. Igual que la papa… sube de vez en cuando. Ahora recién subió como 500 pesos, pero vuelve a bajar. Y el tomate, que en verano es barato -estuvo en mil pesos el kilo-, pero ya en invierno sube, porque el invierno lo daña. El mango se consigue en mil 500. El limón mantiene buena demanda, pero no ha bajado su precio desde ya cierto tiempo.

¿Dónde adquieren las frutas para vender?

Aquí también coinciden Miguel, Nubia y Efraín. Los tres responden que se aprovisionan en el Mercado Mayorista de Táriba. Generalmente se consigue todo allá, señalan, dependiendo de la temporada. Ahora están el mango y la manga, y se consiguen todos los días. Cuando comienzan a escasear, pues se dificulta para conseguirlos y suben los precios, aclara Miguel.

Nubia Estela, quien atiende un puesto grande de vegetales en general, dice muy segura: “nosotros somos cultivadores de hortalizas y verduras, producimos y vendemos. Aquí mismo (al lado de La Machirí, en la vía a Palo Gordo), estamos sembrando cilantro, caraota, cebollín y otras especies, con el ánimo de poder mejorar el precio para nuestros clientes. Pero las frutas, aclara, y otros productos, sí los compramos en el Mercado de Táriba.

—Vendemos lo normal, dice Nubia, aunque mucha gente ha reducido las compras. Vendemos, pero no como antes, hace más de diez años.

¿Qué es lo que afecta más el precio de las frutas?

Efraín Gutiérrez frente a su puesto de vegetales en la avenida industrial. Las frutas están a la vista…
(Foto Tulia Buriticá)

Efraín Gutiérrez, quien es un veterano atendiendo su puesto en la avenida Industrial, (estuvo antes en Maracay, haciendo lo mismo), dice que la demanda de la producción ahorita ha bajado un poco por la cuestión de las lluvias, porque básicamente, la lluvia afecta a las frutas.

La fruta es un producto perecedero muy rápido, así como el tomate. Con respecto al mango, puede decirse que ya está pasando la cosecha, por efectos de las mismas lluvias, porque en cuanto la lluvia le cae al mango, se llena de gusanos y se daña. Y muestra una cesta con mangos listos para botar, porque están en proceso de descomposición.

¿Y la lechosa? Se vende, claro, igual que todos. Y la venta, por supuesto, depende del precio, porque cuando sube, se vende menos.

¿Por qué no bajan los precios?

¿Sabe que es lo que no permite que los pecios bajen? Fue una pregunta que se formula a Efraín Gutiérrez, para darnos de inmediato la respuesta: El precio del gasoil. No hay forma de solucionar eso.

Y rápidamente resume una gran verdad, que afecta por igual a todos los venezolanos:

—Lo que no permite que los precios de los productos agrícolas bajen es el problema con el gasoil. La escasez del mismo y la dificultad para conseguirlo impactan muy fuerte sobre los costos del transporte de vegetales entre los centros de producción y los centros de distribución. Y, lógico, también afecta las máquinas que se emplean para el cultivo y la cosecha”. 

Humberto Contreras

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