Mucha preocupación reina en familias de la frontera venezolana, que tienen niños estudiando en Norte de Santander, ante el anuncio oficial de la entrada en vigencia el venidero 15 de julio, de la Resolución 777 del Ministerio de Salud de Colombia, que autoriza el regreso a clases presenciales, según dijo el dirigente de la ONG Por el Bien de Todos, José Rozo.
Indica Rozo que incluso la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación, Fecode, organización sindical que aglutina a los educadores colombianos, también se ha pronunciado notificando al profesorado nacional para que, en la fecha, retomen plenamente sus actividades en todo el país.
La preocupación en la frontera tachirense, explica Rozo, expresidente de Fedecámaras Táchira, es que se desconoce el tratamiento que van a tener los más de 5 mil alumnos venezolanos que estudian en Cúcuta, Villa del Rosario y Boconó, número de estudiantes que ha crecido por la precarización de la educación no solo en el eje fronterizo, sino en el Táchira y el resto país.
–Es urgente que las autoridades correspondientes, expliquen públicamente cómo será el paso por los puentes internacionales, tanto los niños y adolescentes, como de sus acompañantes, que tienen que llevarlos, y regresar, para luego volver de nuevo a buscarlos.
Detalla el dirigente empresarial de la frontera, que “hemos consultado con funcionarios, civiles y militares, quienes expresan el desconocimiento de las decisiones colombianas, y dicen no tener instrucciones, pues ni siquiera se ha comentado esa «novedad»”.
El pronunciamiento oficial al respecto, con suficiente tiempo, es importante para la tranquilidad de los padres de nuestros niños y adolescentes, que no tienen la culpa de los encontronazos e incomprensión de los adultos tanto de aquí, como los de allá, concluye José Rozo.
Humberto Contreras