La revista “Táchira Histórica” no solo es un proyecto intelectual nacido en pandemia, que ya va por su quinto número, sino que ofrece a la historiografía del estado un formato más ágil, en busca del gran público lector, no limitándose a los estantes académicos
Sus artículos cubren un vacío en el conocimiento que los tachirenses poseen de su pasado, en particular, el más reciente, acercándonos a elementos que permiten identificarnos con otras épocas y, al mismo tiempo, replantear la manera de abordar los acontecimientos actuales, poniéndose de paso relieve en las enormes capacidades eruditas tachirenses al servicio de la reivindicación de su gentilicio.
—Es una revista –afirmó su editor José Antonio Pulido Zambrano- que apuesta a la innovación, y se buscan estrategias dentro de este mundo tecnológico para mantener nuestra memoria. Un proyecto hecho con muchos sacrificios y que cuenta con la participación de meritorios intelectuales, como el padre Luis Gilberto Santander, Samir Sánchez, Bernado Zinguer y el cronista de San Cristóbal, Luis Hernández, entre otros.
Como un aspecto positivo, la cuarentena ha contribuido a arreglar deudas pendientes con la cultura, especialmente aquellas que han podido ser resueltas desde la intimidad del hogar, espacio que, por otro lado, otros escogen para lecturas más amplias y profundas de múltiples temas, siendo la historia uno de ellos. A modo de lema, consigna, “leernos a nosotros mismos nos ayuda a conocer la esencia de la tachirensidad”.
Disponible en pdf, en los archivos de la página de Facebook de Retazos Históricos del Táchira, esta edición, con la cual cumple su primer año, se dedica al perejimenismo y su incidencia en nuestra región, a través de los trabajos de José Antonio Pulido y Luis Gilberto Santander, así como una reseña al texto clásico Perezjimenismo en Lobatera. La publicación, igual ha servido para rendir homenaje a aquellas figuras que han dado su aporte a la historiografía tachirense, y en esta ocasión se hace reconocimiento a la prolífica pluma de Rafael María Rosales.
De otro lado, Bernardo Zinguer se adentra en el tema del folklore tachirense y diserta sobre el rito andino del “Velorio de Angelito”; mientras Samir Sánchez recupera a un personaje de aventura del siglo XIX, un bandido que, bajo el pseudónimo del Buitre, se le considera el último forajido tachirense, con su área de acción en la zona fronteriza. Rompiendo prejuicios y tabúes, la magíster en Orientación de la Conducta y Sexología, Gladys Chacón, hace un estudio de la zona de tolerancia en la San Cristóbal de la década de los cincuenta del siglo XX.
Además de un valor académico Táchira Histórica muestras documentos fotográficos y digitalizados, sometidos a restauración, en los que se incluyen portadas de discos, libros, mapas, composiciones literarias y musicales, todo ello de una gran ayuda para quienes, por curiosidad o labor científica, le siguen la pista a lo ocurrido en otras épocas. (FOD)