Freddy Omar Durán
El artista plástico tachirense Héctor Baptista, creador que reinventó el motivo fabulesco dentro de la plástica tachirense, insertándolo dentro de un fantástico mundo, falleció este miércoles 30 de junio, a los 51 años, en Lima, Perú, y con él se va la maestría de un pintor y dibujante que deja un profundo vacío en las artes regionales.
Sus particulares piezas, que han enriquecido colecciones de arte en varios países, se destacaron por sus representaciones de especímenes caninos, desde la figuración más realista hasta la más onírica, siempre en un uso magistral de la técnica del dibujo. Su habilidad en sus trazos y texturas revistió a sus mascotas de una vitalidad capaz de movilizar emociones profundas; aunque también, en otra faceta, deconstruyó la fábula para proporcionarnos irónicas estampas de un mundo fantástico muy cercano a la realidad humana. Su obra tuvo especial conexión en las redes sociales, a través de las cuales pudo lograr un lugar en el movido mercado del arte y, de cierta manera, su residencia en el exterior se debió a ese deseo de proyección y superación que siempre lo caracterizó.
Graduado en la Universidad de los Andes, en Mérida, ejerció la docencia en la Escuela de Artes Plásticas Valentín Hernández Useche. Sus ilustraciones han merecido reconocimiento internacional, incluso participó en el 2012 en la muestra Ilustraciencia, organizada en España por el Museo de Historia Natural de Cataluña.
En una entrevista concedida al blog “Mundoterriers”, aseveró que su arte se define como “ecléctico” y agregó que “me atrae la posibilidad de tomar diversos elementos de varios contextos y darles diversos sentidos. En pintura busco lo que busca la mayoría de artistas, y es el decir cosas, expresarlas a través del lenguaje estudiado, procesado por el tamiz de las experiencias propias y ajenas; en resumidas cuentas, esgrimir ante el mundo una opinión, una voz que pretenda, desde el arte, hablar de la vida y sus particularidades”.
Para Énder Rodríguez, “Héctor Baptista utiliza figuras antropomorfas, mutaciones de extrañeza de seres, manipulación genética y domesticación en varias formas, dentro de un erotismo que sugiere de forma directa e indirecta una narración poética, un relato que debe contemplar el espectador. Hay una revelación, un develar, una búsqueda obligada de la duda, el tratar de mover en parte el piso, las ideas, la sociedad de la mentira y el autoengaño. Él tenía una gran aceptación entre quienes adquirieron sus obras, pues lograba tocar sus almas, al lograr el retrato de alguien tan cercano como una mascota. La gente quedaba tan feliz con su trabajo, que de inmediato recibía la merecida promoción. Hizo feliz a quien adquiría sus obras”.
La artista Carmen Ludene, no solo colega y cómplice de muchos proyectos artísticos, se sintió profundamente conmovida con la noticia, pues cada siempre que tenía la ocasión de comunicarse con el, había manifestado su deseo de regresar a su país para volver con los suyos.
–Desde muy joven en el liceo Roman Valecillos se destacó. Como estudiante en Mérida vivió una época de oro, que también disfrutaron otros artistas tachirenses como Dennys pabon, Juan Carlos Ojeda y mi persona. Allá mostró dotes de ser un ilustrador muy inquieto con un gran dominio de las artes gráficas impresionante. Su amor a animales surgió a través de su labor como entrenador de perros, con la cual sufragó su carrera universitaria. Junto con Edgar Ramírez, es uno de los primeros tachirenses en graduarse en artes visuales en 2002. A nosotros se nos dio la oportunidad de ser fundadores y ser fundadores de la carrera de artes gráficas en la Escuela Robinsoniana Juan Antonio Roman Valecillos y ahí es como se destaca como docente de educación media técnica, y durante nueve años trabajaría con jóvenes que han hecho carrera en ese ámbito profesional. Tuvo participación en importantes salones nacionales e internacionales, y en varias individuales yo tuve el honor de ser su curadora. Un hombre extraordinario, buen amigo, era un alguen amante de los animales, y eso se reflejo en sus obras que viajaron a Estados Unidos, Suiza y Belgica.. Una de sus líneas de investigación fueron las transfiguraciones que tenìan que ver como los seres humanos a través del cuero se transformaban para estar dentro del mundo del consumo dejando de lado su verdadera belleza.