Gloria Vivas
A Javier Tarazona, tachirense, se le conoce como el profesor Tarazona. No solo se dedicó a formar a jóvenes estudiantes, sino también a formarse, pues hizo un doctorado en su área, siendo muy joven, lo que dice mucho de su interés por el estudio.
Desde hace algunos años, se ha visto, su formación académica la volcó a documentar situaciones difíciles en esta tierra tachirense y en el país.
A través de la Fundación Redes (FundaRedes), se ha dedicado a documentar y a dar a conocer la actuación de grupos irregulares en la franja fronteriza: guerrilla y paramilitares, no solo en su estado natal sino en otras fronteras, que según sus investigaciones vive situaciones muy delicadas.
“En FundaRedes sumamos esfuerzos por superar la fragmentación social, vencer la opacidad y construir un tejido de solidaridad que se ha extendido por la frontera venezolana y que crece cada día a lo largo del territorio nacional; nuestro objetivo común ha sido, es y será, la promoción y defensa de los derechos de los ciudadanos, al servicio de la dignidad humana”, se dijo a través de un comunicado al hablar de los objetivos de la fundación.
El profesor Tarazona comenzó a hacer visible con denuncias y mediciones cuantificables y cualitativas, que entregaba a la prensa mes a mes, y uno como lectora o usuaria de medios recibía. El caso Apure, unos dos meses atrás, es el más cercano, el más visible y quizás el más polémico. Sus palabras siempre iban precedidas del respeto a los derechos humanos a los pobladores en zonas de conflicto.
“Se metió en la boca del lobo”, siempre decían muchos, al ver lo que decía por los medios de comunicación, y al tener algunas réplicas de funcionarios públicos, que advertían lo tenían en la mira judicial y denunciaban a FundaRedes y a su director.
…Llegó el día. Lejos de su estado, en Falcón, el profesor Javier Tarazona fue detenido, junto a otros integrantes de FundaRedes, Rafael Tarazona y Omar de Dios García, ente ellos su hermano.
A Javier Tarazona, el viernes se le dio por desaparecido. Gran movimiento de personeros nacionales e internacionales demandaron saber dónde estaban los 4 detenidos. Aunque todos sabían: había sido detenido y así lo ratificó una fotografía donde salía esposado. Se le vio en una imagen de mala calidad, con paso firme pero tranquilo.
Representantes de Amnistía Internacional, la OEA, defensores de los derechos humanos, dentro y fuera del país, y hasta el obispo Mario Moronta, han abogado porque se dijera dónde estaba el equipo de FundaRedes y, sobre todo, se le respetarán todos sus derechos.
“Javier Tarazona se ha dedicado a la defensa de la dignidad humana, los derechos humanos y ha sido un activo defensor de la frontera venezolana. A pesar de que el 1 de julio de 2020 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, por resolución número 30, otorgó medidas cautelares de protección a su integridad física y a su libertad, el régimen actual, vulnerando el estado de derecho, las garantías constitucionales y las medidas cautelares, no solo detuvo al director general de FundaRedes, sino a varios de sus acompañantes”, fundamentaron en rueda de prensa organizaciones políticas y defensores de los derechos humanos.
El sábado apareció Javier Tarazona. Nadie lo vio, pero uno de los abogados, en Caracas, dijo que luego de su presentación, a él y las otras dos personas les imputaron tres delitos: 1) traición a la patria, 2) terrorismo y 3) incitación al odio, según informó públicamente el abogado y director vicepresidente del Foro Penal, Gonzalo Himiob.
Ahora les tocará a los juristas dar una batalla jurídica, pero mientras tanto, al profesor Javier Tarazona y las otras dos personas se les deben respetar los derechos humanos.
Fue público y notorio que la madre de su hijo habló de los medicamentos que requiere el profesor Javier Tarazona. Se espera se los suministren como lo requiere.
A quien se ha dedicado en los últimos años a hablar de los derechos humanos, se le deben ahora respetar todos sus derechos.