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25 de noviembre de 2024
Sus colegas destacan su calidad en la profesión y el carisma
En estos tiempos recios que vive la humanidad son muchas las personas cuya vida ha sido apagada por la pandemia de la COVID-19. Es el caso de la destacada periodista Marla Prato, quien dejó de existir este miércoles, tras presentar una descompensación a causa del virus.
A lo largo de su vida se distinguió, no solo por ser una periodista acuciosa, inteligente y versátil, sino una persona muy agradable y de fino humor, cuyo fallecimiento ha causado profundo dolor entre quienes la conocieron.
Marla, hija del general Néstor Prato, quien fuera gobernador del Zulia, ministro de Educación y embajador en Suiza; y de Mercedes de Prato, cursó sus estudios de primaria y bachillerato en aquel país europeo y entre sus compañeras de estudio estaba su amiga Geraldine, la hija del famoso artista Charles Chaplin, refirió el licenciado Alfredo Álvarez, quien mantuvo una afectuosa amistad con esta profesional de la comunicación social.
Su formación le permitió hablar fluidamente francés e inglés, y desde luego, interesarse por tener un gran conocimiento como periodista, ya que al venirse de Europa cursó su carrera en la Universidad Católica Andrés Bello.
Se trasladó a Barquisimeto, donde trabajó en El Informador y posteriormente en El Impulso.
De forma anecdótica, Álvarez contó que Marla tenía un Volkswagen y sus compañeros de redacción le ayudaban a sacarle los asientos para trasladar el material de construcción con el cual ella misma haría su casa en El Manzano. “Era persistente en lo que se proponía”, añadió. Luego se casaría con el artista plástico Antonio Vargas.
En El Impulso demostró una extraordinaria capacidad en su desempeño como reportera y una extraordinaria calidad humana, que le granjeó el afecto, la simpatía y el cariño de todos quienes llegaron a trabajar con ella y tratarla, manifestó Luis Rodríguez Moreno, quien era su jefe de Redacción.
Cabe señalar que también destacó como gremialista, habiendo sido electa como secretaria de Organización del Colegio Nacional de Periodistas en Lara, y fue la última en pronunciar el discurso del Día del Periodista, ya que después de ella no hubo más celebración de esa fecha, dijo Nolberto Herrera, quien en ese entonces se desempeñó en la Secretaría General del Colegio.
—Además, fue una de las periodistas que más participaron en las actividades de calle por el rescate de la democracia y nos acompañó en las marchas que se realizaron en Barquisimeto, las cuales se suspendieron a raíz de la aparición de la pandemia— añadió Luis Eduardo Pepper, exsecretario general del CNP Lara.
Al momento de su deceso se desempeñaba como corresponsal del diario capitalino El Universal.
Todos los profesionales que aportaron datos para esta nota coincidieron en destacar las cualidades de Marla Prato, que la harán inolvidable. (Cortesía de El Impulso)
Trabajó en Diario La Nación
La periodista Marla Prato también laboró en Diario La Nación. Durante su paso por este matutino se distinguió por ser una periodista aguda y exigente.
Supo ganarse el aprecio de los colegas, así como de la junta directiva.
Aunque estaba en Lara, siempre estaba pendiente de este impreso y mantenía comunicación con varios de sus directivos.
Desde este medio nos unimos al pesar por la temprana muerte de Marla Prata y enviamos las más sentidas palabras de condolencias a sus familiares, amigos y colegas.
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